Ciudad de México – Era fuera de lugar, pero la media vuelta de Guido Rodríguez sin portero que mandó a un lado del arco de Tigres en el segundo tiempo este miércoles fue el reflejo de la realidad ofensiva del América.

Apenas dos goles en sus últimos siete partidos evidencian la sequía azulcrema, misma que inició en la recta final de la campaña regular y que se agravó en esta Liguilla, donde eliminaron a Cruz Azul sin marcar en 180 minutos.

La última tarde verdaderamente feliz de las Águilas fue contra Chivas en la Jornada 10, cuando le sacaron el partido al Guadalajara en el Estadio Azteca y celebraron un 2-1. Esa vez fue la última que anotaron más de un tanto. En cambio, tras ello han padecido cinco partidos sin gol.

Tras vencer al Rebaño, el Necaxa los dejó en ceros para perder por la mínima diferencia en la fecha 14. Este fue el partido siguiente al defecha 10 porque esta última se reprogramó por el sismo y se jugó el 18 de octubre, tres días después del clásico frente al Rebaño.

A la derrota contra Necaxa le siguió otra por 0-2 contra Rayados en Monterrey, así como un empate 1-1 contra Puebla y el triunfo de 1-0 frente a Santos en la Jornada 17, con gol casi agónico de Guido Rodríguez al minuto 81.

De ahí que con la derrota por 1-0 en la ida de la semifinal contra Tigres este miércoles, las Águilasllegaron a 279 minutos sin marcar y a solo dos tantos en sus últimos siete partidos.

Esa cifra equivale a 0.2 goles por encuentro, incluso muy inferior al promedio de Pumas, Veracruz y Puebla, los cuadros menos goleadores del Apertura 2017, que anotaron 14 veces con un promedio de 0.8 cada 90 minutos.

Esos siete juegos corresponden a los que acumula sin gol Oribe Peralta, cuyo momento se suma a la baja de juego de Darwin Quintero, a la desaparición futbolística de Cecilio Domínguez o Silvio Romero, sin contar que Renato Ibarra apenas regresa tras una lesión.