Ingresar al salón en el que se realizará el banquete final por una de sus puertas laterales no dejaría completamente satisfecho a Miguel Herrera. Lo que pretende el director técnico del América es hacerlo por aquella que se encuentra al final de una larga alfombra roja.

Eso explica la relevancia que otorga al partido de hoy, en Pachuca.

Pese a que las Águilas ya están clasificadas a la Liguilla y es prácticamente un hecho que, al menos, cerrarán como locales los cuartos de final, El Piojo reitera su deseo de entrar a la fase final en la cima de la tabla.

“Sí está en nuestra cabeza”, concede. “No es una obsesión, pero hoy -más que nunca- puede estar en nuestras manos”.

Teoría fundamentada en los beneficios que le otorga el calendario. Con seis unidades por disputar, el América está a tres de los líderes Tigres, a quienes recibirá en la última jornada del Clausura 2013. El Atlas, actual segundo, tiene dos más (31) que los azulcrema (29).

“Consideramos estar entre el uno y el dos [de la clasificación]”, insiste el carismático entrenador. “No digo sólo el primero, porque -a pesar de que ganemos nuestros dos partidos- si Atlas también lo hace, no nos alcanza. Si quedara sólo entre Tigres y nosotros, sí”.

“Pensamos estar lo más arriba de la tabla posible. La idea es sumar los seis puntos para estar ahí y, si Puebla llega a ganar alguno [este domingo, contra los Rojinegros], podemos ir a eso [liderato]”.

Meta que se convertirá en simple utopía si esta noche no vencen a un equipo que suma cuatro partidos sin ganar, incluidas tres derrotas consecutivas, por lo que se jugará su resto en pos de alcanzar uno de esos boletos para el banquete final que todavía no se reparten.

“[El Pachuca] es un rival complicadísimo, porque me parece que es su última llamada y [saldrá] con la obligación de ganar”, pronostica Herrera. “Saben que, si no lo hacen, prácticamente quedarán eliminados, pero eso nos favorece, porque nos hace sentir un partido como de Liguilla, como fue ante León y Pumas”.

“El equipo no se relaja y, obviamente, va a jugar a tope. Nos sirve para seguir embalándonos y llegar bien aceitaditos a la Liguilla”.

Además de demostrarse que pueden ganar en cualquier cancha, por complicada que sea.

Las Águilas sólo se impusieron en dos de sus más recientes 10 visitas al estadio Hidalgo (cuatro empates y cuatro derrotas). Superar a los Tuzos incrementaría la fe de un grupo fortalecido con los éxitos sobre el Cruz Azul (3-0), el Guadalajara (2-0) y los Pumas (1-0).

“El estado de ánimo del equipo es muy bueno después de haber ganado los tres clásicos en este torneo”, presume El Piojo. “Queremos llegar a tope, cerrar muy bien, con el futbol que despliegue el equipo…”.

Lo que les permitiría entrar, por la puerta principal, al lujoso salón que albergará el banquete final.