Todo se derrumbó en el América. Después de haber arrancado el partido con un gol tempranero, las Águilas se vinieron abajo, y salieron goleadas del Estadio de la BUAP, ante un Puebla que aprovechó cada error de la visita y sumó sus primeras tres dianas.

El Rifle Andrade, muy temprano despertó la ilusión de la afición azulcrema, cuando en una gran carrera logró abrir la pizarra, que hacía pensar que las Águilas tendrían una buena tarde en Puebla; no fue así.

La Franja apretó y se percató que la línea defensiva de los capitalinos era floja, débil, penetrable. Fue cuando mayor actividad tuvo la ofensiva poblana, que vio cristalizados sus esfuerzos con un grosero error de Hugo González, quien se regaló ante un tiro libre cobrado por Paco Torres, al 24′.

No pasaron ni tres minutos para que el local remontara. Fue por conducto de Bermúdez, el Hobbit, luego de que entrara completamente solo, en aparente posición adelantada, y liquidara al arquero emplumado.

Golpeado, sin reacción, América recibió el tercer gol de la tarde. Matías Alustiza capitalizó una gran jugada poblana y complicó la vida a un equipo sin dinamismo ni propuesta ofensiva.

En el complemento, Santos quitó cualquier esperanza de reacción americanista, cuando al 51′, marcó el 4-1.

Los capitalinos maquillaron el resultado, por conducto de Quintero, al 65′, pero la realidad indicó que América fue rebasado, exhibido y goleado en el arranque de torneo. Pese a las siete bajas que tuvo Ambriz, la situación inició peor de lo pensado en un proceso que desde ahora está en la mira.