La tormenta que azotó en Nuevo León causó estragos en los alrededores del Gigante de Acero, lo que provocó que la seguridad del estadio exhortara a la gente no salir del recinto.

Y es que la lluvia inundó la avenida Pablo Livas, especialmente en el paso a desnivel a la altura de La Pastora, además de que en las calles aledañas la intensidad de la corriente era tal que cerraron el estacionamiento, por lo que nadie puede entrar ya al recinto, ni tampoco salir.

El encuentro se suspendió al minuto 15 del partido y es una incógnita si se jugará la noche de este miércoles o cuando podría reanudarse, ya que al haber partidos en fin de semana complicaría que se jugara este jueves.