Óscar Pérez cumple 40 años volando como en los viejos tiempos. Tiene casi 20 años de carrera, presume tres Mundiales defendiendo los colores de México y, por si fuera poco, es el último portero de Cruz Azul que logró un título (Invierno 1997).

Inspirado en Héctor Miguel Zelada, Pablo Larios y Olaf Heredia, inició su carrera hace dos décadas en un duelo contra el Atlas, que finalizó 0-0. El Conejo daba sus primeros saltos, pero fue hasta 1997 cuando se adueñó de la portería celeste para defenderla por más de 15 años.

“Mi debut fue como un sueño: Alberto Guadarrama estaba jugando de titular y en una jugada se lastimó el codo y es donde entré; fue un gran momento, no me dio tiempo de ponerme nervioso.

“Traté de jugar lo mejor posible, aunque seguro me equivoqué; yo debuté en 1993 y fui titular hasta el 97, era un proceso desesperante, estaba molesto porque no aproveché la oportunidad, pero al final hubo gente que me aconsejó, me calmó y animó. Después vino la atención, los reflectores y fue cuando entendí la gran responsabilidad que era estar en Cruz Azul”, mencionó el Conejo en entrevista realizada en San Luis Potosí.

A pesar de su corta estatura (1.71 metros), Óscar siempre dejó constancia de que eso no sería obstáculo para cubrir el arco, pues sus fieros reflejos y gran resorte pronto lo pondrían en la élite del futbol, recompensándolo con el único título de Liga de carrera.