Por: Fabián Meléndez

Son pocos los jugadores profesionales en México que pueden presumir una carrera ejemplar, plena, siempre con objetivos y metas fijas, cuando el futbol te da, también te quita, pero saber enfrentar las adversidades con carácter no lo hace cualquiera.

El jugador victorense Oscar Yaroslav Mascorro Abrego, es uno de los ejemplos a seguir por los niños tamaulipecos que quieren tener una carrera constante y con buen nivel en el futbol, un profesional nacido de las filas de Copa UAT.

“Toto” como le gusta ser llamado, concedió una entrevista exclusiva para Extremo Deportivo, donde charló acerca de su vida, su familia, infancia en las canchas de ciudad Victoria, además de la profesión que le apasiona, el futbol.

-¿Cómo empezaste en esto del fútbol?-

“Desde muy pequeño mi padre me llevaba a jugar, cada vez que tenía oportunidad. Ese gusanito por jugar con la pelota siempre existió, creo que era algo que llevaba en la sangre. Nací con eso. Poco a poco fui incursionando en el deporte y tuve la oportunidad de representar a varios equipos en la copa UAT, selecciones municipales, estatales, nacionales. Esa puerta hacia el profesionalismo se fue abriendo conforme fui jugando al fútbol, disfrutando cada minuto de mis entrenamientos y mis partidos.

-¿Cuántos años tienes jugando y cuantos en Primera División?-

“Tengo 17 años jugando como profesional, 14 en Primera División”.

-¿Cuáles han sido tus equipos?-

“Rayados de Monterrey, Toros Neza, Pumas, Puebla, San Luis, León y Veracruz”.

-¿Qué fecha fue tu debut en primera división?-

“22 de noviembre de 1998 en un partido Puebla contra Monterrey en el estadio Cuauhtémoc, jugando para Rayados”.

-¿Qué sentiste el día de tu debut en Primera División?-

“Realmente sentí padrísimo. Era un objetivo que me propuse desde que salí de ciudad Victoria, fueron pocos minutos, 12 para ser más exactos, pero los mejores en mi carrera. Cuando me llaman de la banca para avisarme que iba a entrar de cambio, mi corazón se aceleró y mi cuerpo entró en un grado de tensión que jamás había experimentado… Era tanto mi ahogo al final del partido que sentí que había jugado más de 90 minutos”.

-¿Cómo fue que llegaste a Monterrey tú primer Club?-

“Después de participar en una olimpiada juvenil donde formé parte de la selección Tamaulipas, recibí la invitación por parte de un visor del equipo de Rayados. El profesor Everardo Rodríguez Plata fue quien se fijó en mí y se acercó para explicarme todo sobre esta invitación y el proceso que debía seguir”.

-¿Cuánto has sacrificado por estar en dónde estás?-

“Soy de la idea que cuando algo te apasiona en la vida, no sacrificas nada. Simplemente le dices a tu familia y a tus amigos más cercanos, “no se desesperen, regresaré para compartir con ustedes todo lo que el fútbol, la vida y el tiempo me puedan enseñar. Sé que ustedes lo comprenderán”.  Estos años dentro del fútbol han sido maravillosos, he viajado por el mundo, he conocido muchos lugares, mucha gente, estadios, he tenido la fortuna de convivir con grandes figuras del balompié, entre muchas otras cosas. El proceso no ha sido fácil, pero cada situación me ha llevado a ser una mejor persona. No sé si un buen o mal jugador, pero si puedo dejar en claro que día a día me he partido el alma por este deporte que es mi pasión”.

-¿Cómo ha sido Oscar Mascorro fuera de casa?-

“Siempre he tratado de llevar una vida muy ordenada en todos los aspectos, siendo una persona responsable, honesta, trabajadora, humilde, sencilla, aunque en realidad he vivido ciertas etapas que me han ayudado a tener una perspectiva diferente de la vida y de mi profesión. Dios, mi familia y el tiempo han sido los mejores aliados en este proceso. No ha sido nada fácil esta carrera pero gracias a Dios hemos salido adelante mostrando siempre un gran profesionalismo y un gran respeto hacia el fútbol”.

-¿Cuál fue tu sentimiento al ser convocado por primera vez a la selección?-

“Fue otro objetivo más en mi carrera, representar a México en una justa mundialista es algo indescriptible. Vestir la playera verde, cantar el himno en un país que no es el tuyo y jugar cada partido como si fuera el último es lo máximo para uno como jugador”.

-¿Que pasó por tu cabeza cuando estando en la selección te lastimas a unos días de empezar el mundial?-

“Creí que la oportunidad de jugar el Mundial se venía abajo, por un momento pensé que regresaría a México. Durante varios meses me preparé física, mental y futbolísticamente al cien por ciento y no quería que una lesión de menisco me dejara fuera. Tengo que agradecer al Profe Manolo Lapuente a Jesús Del Muro y al Profe Ariel González que confiaron en mí, me apoyaron en la recuperación y esperaron hasta el último momento para decidir si me quedaba o no con el resto del plantel. Me preocupé en hacer una gran rehabilitación y afortunadamente todo salió como se planeó”.

Mascorro TRI

-¿Por qué los guantes cuando jugabas?-

“Mi padre fue portero, fue una forma de agradecimiento, un detalle que estoy seguro para Él significó mucho. Le estoy agradecido porque durante muchos años me guió, me aconsejo, me llamó la atención cuando fue necesario y me apoyó totalmente en la búsqueda de mis objetivos. Hasta la fecha, me sigue haciendo observaciones relacionadas al fútbol y a la vida misma. Trato de seguir sus consejos al pie de la letra, porque la verdad, gracias a Él sigo dando lata en el balompié, ya que cada palabra que ha aportado a mi persona ha sido para bien”.

-¿Por qué Yaroslav y “Toto”?

“Yaroslav es mi segundo nombre y según platicaron mis padres que después de una noche “loca” lo leyeron en una enciclopedia y les gustó como complemento de Oscar (risas), “Toto” es mi apodo, creo que me gusta más que Oscar y que Yaroslav, significa mucho para mí… Este sobrenombre salió de un personaje de la película Cinema Paraíso. Salvatore “Toto” vivió muchas cosas desde su niñez con las cuales me identifiqué; la más importante fue que siempre tuvo muy claro su objetivo, no hubo nada que lo desviara de su camino e hizo todo lo posible para llegar a él. No escatimó nada, fue tenaz, responsable y vivió con mucha pasión cada momento que experimentó. De aquí surgió el “Toto” Mascorro”.

-¿Quién es el mejor entrenador que hayas tenido?-

“Mi padre… Siempre ha sido mi entrenador, mi guía, mi maestro… Soportamos durante mucho tiempo las altas temperaturas de Victoria, recorrimos los campos de la ciudad… El campo del Azul Naranja y el Rebaño Sagrado siempre fueron mi segundo hogar. Es un bonito recuerdo que tengo, con el que siempre me quedaré hasta el último suspiro. “Vamos Yaros”, “Busca el balón”, “no lo esperes”, “recepción orientada”.

Recuerdo que pasaba la gente por el boulevard  y le gritaban a mi viejo, “Mascorro, ya déjalo, lo vas a matar con este calor -45 grados centígrados para ser exactos-”, él se acercaba, me abrazaba y me decía “no les hagas caso, porque cuando estés saltando a la cancha, estos momentos los recordarás. El calor, dos balones, tus zapatos de fútbol y a tu viejo que siempre te exigió para que llegar a ser mejor de lo que te creías capaz.

Mi madre… El eslabón más fuerte… Siempre saca lo mejor de mí, saca a ese guerrero que existe en mi interior. Poco a poco me ha ayudado a conocerme más, a conocer cosas que jamás había experimentado. “No aflojes”, “Eres el mejor”, “Humildad”, “Ese es mijo”, son palabras que día a día leo en mi celular y me motivan para seguir al pie del cañón.

Mi viejita siempre tiene esas palabras que necesito escuchar cuando más lo necesito”.

-¿Cuál es el momento más difícil que hayas tenido?-

“Todos los momentos por muy malos que parezcan nos dejan una gran enseñanza. De todo se aprende, el secreto está en que tan dispuestos estamos a enfrentar estas situaciones y que tanto queremos rescatar de ellas, que queremos aprender para poder ser mejores en la vida. A veces se flaquea pero un guerrero no deja de luchar hasta que derrama la última gota de sangre. Eso nos lleva a la Felicidad”.

-¿Cuál ha sido el secreto para mantenerte en forma y tantos años en Primera División?-

“Dios, mis padres y mi familia que siempre me han apoyado, forman la parte medular de este secreto. La constancia, perseverancia, tenacidad, honestidad y el respeto hacia mi persona y mi profesión me han permitido seguir dentro de esta carrera. “24/7” engloba un trabajo meticuloso y enfocado. El entrenamiento futbolístico, el complemento del gimnasio, una buena alimentación y un mejor descanso me han permitido estar vigente. No es fácil porque existen muchas cosas que durante las 24 horas nos pueden distraer o desviar del camino pero con el apoyo de esa parte medular y una gran mentalidad de triunfo todo se puede. El éxito es el meticuloso cuidado de los detalles”.

-¿Notaste mucha diferencia de jugar en el Ascenso Mx y en Liga Mx?-

“El ritmo… en las dos categorías hay jugadores de mucha calidad”.

-¿Te gustaría jugar en Correcaminos algún día?

“Por supuesto que me gustaría… Solo Dios nos dirá si esa oportunidad se puede presentar más adelante”.

-Por último, ¿qué consejo le darías a los chavos que quieran llegar a jugar fútbol profesional como tú?-

Esta es la carrera más bonita de todas, en la cual se viven momentos indescriptibles. No es fácil pero si lo desean de corazón pueden llegar a ser grandes jugadores, todo está en la mente. Si no se desvían del camino y están enfocados totalmente en lo que quieren, lo lograrán.

Obstáculos siempre van a existir, pero una gran mentalidad y una gran fuerza de voluntad podrán con todo lo que se presente.  Que Dios los bendiga siempre”, concluyó.

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