El nuevo presidente del club tampiqueño destacó que en la institución no se detienen por el tema de la posible desaparición del ascenso y descenso.

Una de las plazas más tradicionales del fútbol mexicano es Tampico; la historia no se podía concebir con el aporte de la Jaiba Brava en la década de los 80, por ello, esta nueva etapa alimenta la ilusión de volver al club en Primera División en un corto tiempo.

Sin embargo, no todo es fácil y de nueva cuenta el equipo atraviesa por un imprevisto cambio, ante la salida de Javier San Román de la presidencia,asumió Luis Miguel Pérez con la misma encomienda: hacer de Tampico una plaza merecedora de un lugar en Liga MX.

El proyecto de Pérez es a mediano plazo, pues para el ciclo futbolístico, la Jaiba Brava no tiene derecho al ascenso debido a la falta de infraestructura y de un plan de fuerzas básicas, “aspiramos a un ascenso para la temporada actual”. Hoy en día no Estamos certificados y somos imposibles de arrollar, pero compitamos por ganar el premio económico que se vende a los equipos que no pueden ascender “.

La idea de una desaparición del ascenso y descenso no hace ecos en la institución tampiqueña, “nosotros seguimos adelante y trabajamos con hechos reales, todo esto es supuestos que la verdad no ganamos nada en caso de que lo hagamos”. estaremos en condiciones de ver de qué se trata “.

La historia de la Jaiba es larga en el futbol mexicano. Tampico es una plaza de tradición futbolera, de fanáticos que vieron los mejores años del equipo en los ochentas y vivieron el primer episodio de desaparición del club en la Temporada 1989-1990 de las que después le siguieron la de 1994-1995 tras el ascenso en la 1993-1994, del 2000 al 2009 dejó de competir en la liga de plata.

Regresó a Segunda División en el 2010 gracias a un convenio con Pachuca, que solo duró dos años, y entre el 2012 y 2015 vivieron una serie de desilusiones con dueños locales.

Por ello, Luis Miguel sabe que no puede defraudar la confianza , “es una de las aficiones más exigentes y de mayor tradición. Es una afición que en los últimos 20 años ha vivido muchos proyectos fallidos, desde que descendieron han existido intentos de tomar la plaza sin llegar a buenos términos y eso ha vuelto a ser un poquito más escéptica “.

El nuevo presidente de la Jaiba le manda un mensaje claro a su afición: “les puedo prometer mucho trabajo y decirles que nuestro proyecto es de mediano plazo y que se construye poco a poco, su apoyo es vital para nosotros”, finalizó.