La propuesta por participar o desarrollar un deporte por primera vez, siempre trae consigo esa incertidumbre, emoción o ganas de experimentar algo que jamás se ha realizado. El nivel de estos sentimientos se incrementa cuando la disciplina incluye accesorios o indumentarias que sirven para el desempeño del mismo.

El futbol americano es uno de esos deportes, que a simple vista llama mucho la atención al portar casco y hombreras. En la actualidad dentro de la ciudad el fenómeno del ovoide ha tomado diferentes estilos por llevarlo a cabo, al grado que equipos y clubes han decidido aventurarse en categorías inferiores, demostrando que las tacleadas y los touchdowns pueden ser enseñados en familia. Así es como nacen el Club Pieles Rojas.

Se juntó la Tribu

Formado el 4 de marzo del 2013 con la intención de activar físicamente a los niños que cursan las edades de primaria, el Club Pieles Rojas jamás imagino el impacto que tendrían por impartir el mundo del ovoide a los menores.

Basados en los fundamentos y valores que tienen a esta disciplina como el deporte por excelencia, el Profesor y entrenador David Salomón Monroy Reyna inicio el programa respaldado en sus años de experiencia.

“Recuerdo que iniciamos en un campo de pasto sintético, con solo 2 niños el primer día, pero después fuimos creciendo, se han ido unos y quedado otros, pero al final partimos con una base de 10 niños ya casi a un año de esto, primero los adaptamos al tochito bandera para que entendieran como se juega, y poco a poco que lo fueran digiriendo”, comenta el coach Monroy.

Tras los primeros meses el programa fue tomando fuerza y forma, al grado que excedió lo propuesto de solo activación, surgiendo la idea de equiparlos siempre con el respaldo de los padres de familia, iniciando así la travesía.

“Cuando empezamos a alternar los entrenamientos de tochito, con el americano original, los niños se emocionaban mucho y notamos una respuesta por parte de ellos increíble de valores, respeto, lealtad, y honradez, así que en conjunto con los padres de familia decidimos dejarlo, siempre haciendo hincapié que nuestros entrenamientos incluyen honrar a tus padres y respetar a tus autoridades, esas son las bases aquí y niño que no cumple con estos estatutos no puede entrenar, a lo que los padres están de acuerdo, ya que dentro de  la formación que tanta falta hace en la juventud, enseñamos a fortaleces su cuerpo y dignificar su espíritu, dentro y fuera de la cancha”.

A partir de ese momento, el apoyo de los padres de familia ha logrado una excelente sinergia, fomentando una unión familiar que se ha vuelto el pilar del equipo, teniendo un objetivo bien claro Pieles Rojas le apuesta mucho a la relación entre padre e hijo para enfocarse en objetivos que se desarrollen en conjunto, haciéndolo un Club diferente.

Los padres opinan

“A simple vista es un deporte rudo, pero el futbol americano es un deporte muy noble”, comenta Ángel Ortiz Salazar, padre de “Angelito”, que disfruta el entrenamiento de Pieles Rojas

“Primero que nada el ver que se integran como equipo en un deporte que ayuda a jugar como equipo, que ayuda a ayudarse y que se conozcan, no tiene precio, y más en estos tiempos donde faltan las buenas tradiciones”.

Uno de los “tabú” que tiene el futbol americano es que pude ser muy agresivo al momento de practicarlo, pero tras vivir la experiencia los padres de familia cambian su forma de ver este deporte.

“La única manera es que se convenzan de venir a practicarlo, nosotros como padres tenemos que dejar que nuestros hijos prueben lo que les gusta, es por eso que los invitamos para ver si les gusta, como padres tenemos que apoyarlos y descubrir que este deporte es muy cálido, bien me lo dijo una vez un entrenador de americano, apoyar a los hijos, es como apoyarnos a uno mismo, y que mejor que en este tipo de Club como Pieles Rojas”, señaló.

Pieles Rojas participará este año en la liga local de infantiles equipados, que estará arrancando el día 25 de enero, pero su mayor reto a corto plazo es la posible participación, en el Tazón AyF México, que se celebrará en la Ciudad de México en el mes de abril, certamen al que acude lo mejor de lo mejor de toda la república, en cuanto a equipados infantiles se refiere.