La ilusión de un deportista que inicia su camino dentro del alto rendimiento empieza a forjarse paso a paso, primero viene el anhelo de lograr destacar en competencias regionales, después el sueño de estar en la Olimpiada Nacional, la máxima justa del País y ya instalados ahí superar sus propios yo, ir a conquistar títulos de forma profesional.

Colgarse una medalla que represente el esfuerzo que a diario se dedica en el camino rumbo a la conquista de sus propias metas.
Arturo Lara Zúñiga se preparó para su debut en la Olimpiada Nacional, con apenas tres años entrenando box, el pugilista tamaulipeco se dio cuenta que este deporte tenía todo para convertirlo en su pasión.

 

Por una invitación de un amigo, conoció los guantes, de ahí en adelante se quedó, se enamoró del ring y ahora logró colgarse la medalla de plata en su primer Olimpiada Nacional 2017.
“No sé de dónde salga, porque nadie de mi familia boxeó, pero un día un amigo me invitó a boxear y me gustó”
Empezó a entrenar con el experimentado Hernán “Murciélago” Rodríguez, quien vio en él algo especial; hambre de trascender; logró discernir que aquel muchacho callado tenía potencial en sus puños.

 

A su corta edad “El silencioso” como lo llaman, abrazó la disciplina del box con todo lo que implica hacerlo en un alto nivel.
Entrenamientos diarios con dobles sesiones, la primera a las 5 de la mañana se enfocó en el físico, salto de cuerda, correr, ejercicios aeróbicos, la base de la condición que en el ring es primordial, por la tarde, la técnica, sparrows, movimientos ejecutados con destreza y coordinación. Entrenamientos divididos para encontrar la habilidad real del boxeador.
Arturo viajó a la ON 2017 creyéndosela el mismo, peleó cada round con la mentalidad en las medallas, estaba seguro del trabajo que había realizado y con esa certeza de lograrlo, enfrentó a su primer oponente.
“Si me sentí nervioso, pero sabía que todo iba a salir bien, yo me sentía en un buen nivel, me sentía preparado, mi oponente se me hizo un poco complicado, lomas difícil fue que estaba alto y tenía un estilo de boxear difícil, y no me dejaba entrar bien para poder golpearlo, pero lo logré”.
“El silencioso” supo darle confianza a su propio entrenador previo a esta pelea, sus ganas de avanzar estaban bien plantadas en su mente, sus palabras previo a su primer duelo fueron gratificantes para su coach.


“Me contaba que se sentía muy tranquilo, que se sentía fuerte y que me daría la primer medalla nacional, que todo el trabajo lo demostraría ahí y así lo hizo”.

El profesor Hernán, reconoció que sus palabras le movieron los sentimientos que por poco terminaban en lágrimas de satisfacción al ver aquel muchacho crecer.
“Es como un hijo, la verdad ha desarrollado mucho, no solo hablo de lo boxístico, si no como ser humano, como persona, a pesar de ser un niño todavía, tiene mucha madurez”.
Arturo tiene el apoyo de la familia que el box te da, pero también cuenta con el mejor respaldo, el de su madre, Elena Vargas, quien le ha inculcado la disciplina.

 

“Siempre pensé en cualquier disciplina que él practicó antes del box…lo que haga que lo haga bien y con disciplina y pasión”.
Elena vio en él una verdadera pasión y también abrazó la disciplina, ahora es la primera que está alentándolo fuera del ring.
“No es difícil, en tanto veamos que la preparación de Arturo es la adecuada para enfrentar un combate. Se convierte en complicada hasta emocionalmente cuando ves que algo le está faltando y es por eso que de parte de la familia siempre tiene el apoyo incondicional, para que el este lo más preparado emocional y físicamente y así será mientras él quiera hacerlo o lo que él se proponga en su vida futura”.
El joven pugilista logró pasar a la gran final de la categoría Infantil Mayor en los 70 kilos, después de vencer a Alan Torres de la Ciudad de México por decisión unánime, ya instalado en la gran final, luchó por esa medalla prometida contra José Fox de la Ciudad de México donde cayó por decisión dividida.
Esta ocasión la lección fue saber reconocer que hay que trabajar mucho más para llegar a ese primer lugar y subirse al pódium como el mejor de México.
Ahora trabajará el doble de lo ya hecho para poder superar esos retos frente a él.
Su siguiente prueba será en el mes de julio, el Festival Olímpico de boxeo en la Ciudad de México
Arturo quiere debutar en el boxeo profesional, para ello seguirá preparándose, este fue un buen inicio, pero es solamente el comienzo.