Tras el fracaso de 2015 en el que Dallas obtuvo cuatro victorias, los Vaqueros vuelven a la carga. El quarterback novato, Dak Prescott, ha sido el elegido para mantener vivas las aspiraciones de Playoffs en lo que el titular Tony Romo se recupera de su lesión en la espalda.

Durante la pretemporada, Prescott ganó el lugar para dirigir la ofensiva, pues durante su debut lució casi perfecto: 10 pases completos de 12 envíos para 139 yardas y dos TD.

El pasador proveniente de Mississippi State impresionó por utilizar su movilidad alargando las jugadas en busca de receptores, lo cual fue reconocido por el coach Jason Garrett. Sus números finales de la pretemporada fueron 39 pases completos de 50 intentos para 454 yardas, cinco touchdowns y cero intercepciones.

Para saber si Dak es la pieza que falta en Dallas para acudir a Postemporada, debe comenzar por enfrentar la renovada defensiva de los Gigantes de Nueva York.

La temporada anterior, los neoyorquinos ocuparon el último lugar de la Liga al permitir 420.3 yardas por juego, por lo que gastaron 100 millones de dólares en armar una línea defensiva de garantía.

Jugadores como el ala defensiva Olivier Vernon, el tackle defensivo Damon Harrison y el esquinero Jano ris Jenkins llegaron al equipo como las soluciones a los problemas de la temporada anterior y así tratar de ser una muralla que ayude a ganar partidos.

Asimismo, serán probados cuando el corredor novato Ezekiel Elliott ataque, pues se espera que la cuarta selección global del Draft acumule por lo menos 100 yardas y produzca dos TD por juego.

Sin Tony Romo como el líder de Dallas, las cosas han salido muy mal, pues desde hace tres años, las cifras son crudas cuando el pasador titular no está en la cancha: 1-13; sin embargo, Prescott tiene la última palabra para hacer soñar a los Vaqueros.