La llegada de Tom Brady a los Buccaneers se dio por decisión del jugador, que al dejar a los Patriots los puso como primera opción, así lo informó este lunes el gerente general de Tampa Bay, Jason Licht, en entrevista con ESPN.

Licht explicó que su equipo recibió la llamada telefónica del propio Brady, el pasado 18 de marzo, primer día de la agencia libre, y después de una hora y media de conversación quedó claro que ambas partes estaban listas para cerrar un contrato por dos temporadas y 59 millones de dólares, incluidos 50 que son garantizados.

AP

Licht explicó que antes de la llamada de Brady su equipo no había tenido ningún contacto con el legendario mariscal de campo de 42 años, quien tras 20 temporadas con los Patriots y seis títulos de Super Bowl en nueve participaciones, decidió entrar el mercado de los agentes libres.

“Tuvimos una gran conversación, Bruce Arians (entrenador en jefe de los Buccaneers) y yo, hablamos con él durante más de una hora y media, y dejó en claro que estaba muy, muy interesado”, señaló Licht.

“Fue casi como un reclutamiento de su parte, diciéndonos por qué tendría sentido que viniera a Tampa Bay”, agregó.

Licht destacó que la siguiente llamada telefónica que ambas partes hicieron fue para firmar el contrato, aunque en la primera se convencieron que tenían asegurada la llegada de Brady al equipo.

Tampoco necesitaban conocer demasiado del interés personal de Brady por llegar a los Buccaneers porque, antes, Licht y Arians ya lo habían elegido como la mejor opción en el puesto de mariscal de campo, si al final quedaba disponible, como así sucedió.

Los Buccaneers, que no han jugado los Playoffs desde el 2007, siempre vieron a Brady como el fichaje más beneficioso para la organización por su capacidad de colaborar con un entrenador en jefe abierto como Arians, tener dos grandes receptores abiertos -Mike Evans y Chris Godwin-, y mantener su residencia en la costa Este, cerca de su familia que vive en Nueva York.

El dirigente también dijo que estaban convencidos que podría seguir jugando después de los dos años de contrato y mantenerse con los Buccaneers.