Un gol de campo de 32 yardas, convertido por Shayne Graham cuando restaban 2:21 minutos de la prórroga, permitió que los Texans de Houston vencieran el jueves 34-31 a los Lions de Detroit, cuyo entrenador cometió un costoso error en el tiempo regular, al infringir una regla de la NFL.

El pateador de Detroit, Jason Hanson, tuvo la oportunidad de lavar el error de Schwartz, pero su intento de gol de campo, de 47 yardas en la quinta posesión del tiempo extra, pegó en el poste derecho y no entró.

Schwartz desafió la decisión de los árbitros cuando Justin Forsett, de Houston, anotó en un acarreo de 81 yardas, en el tercer cuarto. Las repeticiones en video mostraron que la jugada había concluido cerca del medio campo, pero Schwartz impidió que la polémica se dirimiera mediante una revisión automática, y se le sancionó por conducta antideportiva.

“Yo tuve la culpa”, reconoció Schwartz ante sus asistentes y jugadores, a un costado de la cancha, mientras se daba unas palmadas en el pecho.

Sí, lo fue. Ese touchdown que acercó a Houston a tres puntos resultó válido. Houston (10-1), líder de la División Sur de la Conferencia Americana, tomó la ventaja por primera vez cuando Graham se reivindicó de un gol de campo fallido, en una prórroga llena de balones perdidos. Los Texans han ganado cinco en fila —incluidos dos en tiempo extra. Y si un puñado de equipos pierde, Houston se meterá a los playoffs antes de que comience a entrenar para los encuentros de la próxima semana.

Detroit (4-7) ha perdido tres encuentros en fila, con lo que se le complicó la misión de avanzar por segundo año consecutivo a los playoffs. No consigue ese boleto doble desde mediados de la década de 1990.