La más reciente edición del Pro Bowl se vivió como una auténtica fiesta en Honolulu, Hawái. El llamado Team Irvin fue el ganador de un encuentro que se destacó por la espectacularidad de algunas jugadas.

La diferencia entre ambos equipos fue amplia desde el comienzo; el equipo representativo de Michael Irvin se mostró superior desde un comienzo y mantuvo la ventaja en el marcador de principio a fin.

La vapuleada fue evidente desde los primeros instantes del encuentro; tres pases de anotación de Russell Wilson impulsaron el triunfo del Team Irvin, que se erigió como ganador en el Aloha Stadium gracias a su victoria de 49-27.

El equipo de Jerry Rice se vio dinámico por momentos, pero el esfuerzo de hombres como Eli Manning y Derek Carr no fue del todo recompensado en el tanteador. El trabajo defensivo nuevamente dejó qué desear, aunque en esta ocasión se registró una intercepción por bando.