Tanto el entrenador Janne Anderssoncomo el capitán Andreas Granqvist aceptaron que han sido días turbulentos, pues Durmaz recibió amenazas de muerte tras cometer la falta que derivó en el gol de Toni Kroos el sábado, pero también porque incluso representantes de la Liga sueca, no de la Federación, llegaron a decir que ojalá y ese partido fuera el último del mediocampista con la Selección.
“Se han hecho muchas críticas contra los jugadores desde Suecia, ha sido una semana turbulenta, cuando escuchamos todo lo que se decía en las redes hicimos nuestra declaración conjunta para seguir avanzando y a Jimmy lo hemos apoyado”, explicó el DT este martes.
“Algunos comentarios me han hecho sentir muy triste, sobre todo de autoridades y gente de alto nivel en el futbol sueco, pero hay que dejarlo ahí, creo en el consenso y tenemos que ayudarnos unos a otros, pero fueron comentarios desfavorables”.
Durmaz ha sido criticado por su origen turco y tras las amenazas emitió un discurso respaldado por todo el plantel que al final gritó “¡Fuck racism!”. Sin embargo, la molestia en Suecia también ha sido por la forma como los alemanes celebraron el triunfo de último minuto, eufóricos y casi frente a la banca rival.
“Los alemanes se portaron muy mal, se disculparon y la aceptamos, pero después del partido la decepción fue enorme, no solo porque perdimos sino por su comportamiento tan lamentable”, dijo Granqvist.
Un día antes de enfrentar a México en el partido clave del Grupo F para avanzar a Octavos de Rusia 2018, el capitán también se refirió a las amenazas sobre Durmaz, quien juega en el Toulouse, y aseguró que este episodio los ha cohesionado aún más, pues desde varios meses atrás han presumido que son un gran colectivo.
“Todo el equipo se encontraba muy disgustado, ha habido amenazas de violencia, pero hemos tenido una sola voz y Jimmy es una persona buena, fuerte, estamos unidos y centrados en el partido, todo eso nos ha afectado pero saldremos de esto más fuertes como grupo”, añadió.
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