Con una ejecución sistemática, propia de un equipo marcado por el destino, los Gigantes de San Francisco se coronaron campeones de la Serie Mundial por segunda vez en tres años al vencer el domingo 4-3 a los Tigres de Detroit.

San Francisco completó la barrida de cuatro juegos gracias a un sencillo remolcador de Marco Scutaro con dos outs en la parte alta de la décima entrada ante Phil Coke.

Frente a un rival que se resistió a sufrir, los Gigantes no tuvieron piedad para celebrar en la casa de los Tigres.

Miguel Cabrera, el artillero de Detroit que ganó la Triple Corona, dejó pasar un strike cantado ante Sergio Romo, para poner fin al Clásico de Otoño.

Los jonrones de Cabrera y Delmon Young fueron insuficientes para el ataque de los Tigres, que dio señales de vida tras sufrir dos blanqueadas consecutivas.