El Espanyol y el Athletic firmaron un partido sin goles y sin apenas ocasiones, en el que el cuadro catalán, que sigue sin ganar en casa, llevó la iniciativa en la mayor parte del partido, pero no concretó su peligro frente a un rival con rotaciones tras jugar en Europa. Diego Reyes jugó todo el compromiso.

Los Leones buscaban las contras gracias a la velocidad de sus extremos, Williams y Sabin. No hubo peligro real sobre Diego López con esta fórmula en el inicio del pulso. Eso sí, el Espanyol tampoco inquietaba a los de Valverde, ovacionado por el estadio, bien posicionados y sin fisuras en defensa. No hubo apenas oportunidades.

La mejor ocasión, y casi la única, de este tramo del encuentro fue para los catalanes en el minuto 18. Hernán Pérez no alcanzó a rematar el centro de Jurado, que peleó bien el balón en el área, por muy poco cuando estaba solo frente a la portería de Arrizabalaga. La posesión era para el anfitrión en los primeros compases.

En el último cuarto de hora, el Espanyol encerró al Athletic en su campo. Insistía con la velocidad de Hernán Pérez y de Baptistao e inquietaba a la zaga bilbaína con sus puntas. Arrizabalaga tenía trabajo, aunque a los blanquiazules les seguía faltando inspiración para concretar su peligro.

Finalmente, en el tiempo de descuento, ambos conjuntos asustaron al rival. Primero Muniain, a poco de rematar en la línea de gol. Después, en la última acción del encuentro, Gerard Moreno remató un centro de José Antonio Reyes, que atrapó el meta vasco. Una traca final insuficiente, ya que nada movió el empate a cero del marcador.