El Real Madrid viaja a Italia con la encomienda de salir vivo del San Paolo, aduana que no luce nada sencilla.

Los españoles, con el marcador global a su favor 1-3, no sólo jugarán contra el 11 que ponga Maurizio Sarri, sino ante los más de 60 mil seguidores del Nápoles, en uno de los estadios que más pesan en el futbol italiano.

La afición napolitana prepara un infierno para el Real Madrid, que lo han notado desde que arribaron a la ciudad del sur de Italia, con los ‘Tifosi’ rompiendo los cordones de seguridad y tocando el autobús madridista a su llegada al hotel.
“Sabemos que será un partido difícil como siempre en Champions, es un equipo que ha perdido poquísimo en casa. Sabemos de la dificultad del partido, pero estamos listos para enfrentarlo”, declaró Zinedine Zidane, consciente de que el Nápoles sólo registra una derrota en sus últimos 20 partidos europeos como local (13 victorias y seis empates); además de sumar un revés en sus últimos 13 duelos en todos los torneos.

“Como jugador nunca fue fácil, es un campo donde la afición está detrás de su equipo, muy metido. Pero al mismo tiempo es muy bonito, me gustan los ambientes así, donde la gente aprieta. Es muy bonito para su equipo y también para el rival”, añadió Zidane.

Los locales saben que los ‘Tifosi’ serán una de las claves para darle vuelta a una eliminatoria que los tiene más que vivos gracias al gol de Insigne en la Ida “Los gritos de nuestra afición se escucharán hasta en Turín”, comentó Hamsik en rueda de prensa. Tenemos que atacar y estar concentrados. El Nápoles no falla en los grandes partidos en San Paolo. Jugar contra los mejores del mundo no debe presionarnos”, añadió el eslovaco.

El Madrid apelará a que sólo ha perdido uno de sus últimos 21 encuentros en la Champions en casi dos años. Además, los Merengues en esta temporada no se han quedado sin hacer gol en ningún juego como visitantes.