Que Neymar y el Barça se están tirando los trastos desde hace tiempo lo sabía todo el mundo, pero ayer el jugador dio el paso definitivo. Fue en el momento de abrazar a Guardiola, justo antes de que se entregaran los trofeos.

El brasileño felicitó al técnico y le dijo: “Llévame al Barça”. Ni más, ni menos. Si antes del partido ya se le notó que era fan azulgrana, después parece que lo único que quiere es jugar con ellos.

Neymar, al que se le notaban los esfuerzos para no echarse a llorar en el campo, fue tajante en su primer análisis: “Hoy el Barça nos ha enseñado a jugar al fútbol”.

Tras pasar por la ducha y el control antidopaje, salió por la zona mixta con pocas ganas de hablar, pero se paró ante sus compatriotas y no disimuló su admiración hacia el que espera que sea su equipo en un futuro. “El Barça es una máquina. Es fantástico. Para nosotros era un gran desafío llegar hasta aquí. A veces para poder ganar antes se debe saber perder”, dijo la estrella del Santos.

Dijo pocas frases el delantero tras acabar el encuentro, pero en cada una de ellas destilaba admiración hacia el Barça: “He visto a los dos mejores jugadores del mundo: Messi y Xavi”. Antes de irse, acompañado por un miembro de seguridad del club, se le oyó decir: “¿Que si son muchos cuatro goles? Sí, son muchos, pero lo que tenemos que hacer es aprender”.

La actitud de Neymar deja patente cuáles son sus deseos para el futuro. Si hace unos meses parecía que acabaría en el Real Madrid, la situación ha dado un giro absoluto. En estos momentos es el Barcelona el mejor colocado. Solamente hay que echar un vistazo a las declaraciones de los últimos tiempos del brasileño para darse cuenta de dónde quiere jugar. Además, en el club blanco están disgustados con la actitud del brasileño y con esa postura de acercamiento a los culés.