Los Halcones Marinos de Seattle están jugando del mismo modo que el año pasado cuando obtuvieron su primer campeonato, y una victoria este domingo ante Green Bay, los podría llevar a su tercer Super Bowl y segundo de manera consecutiva.

Seattle quiere convertirse en el primer equipo que juega el Súper Tazón en campañas consecutivas desde que Nueva Inglaterra lo hizo en 2004 y 2005, y primero en la Conferencia Nacional desde los Empacadores en 1997 y 1998.

Los actuales campeones de la NFL han ganado siete partidos seguidos en esta campaña y 10 de los últimos 11, incluyendo el de la semana pasada contra Carolina en ronda divisional. El equipo no ha permitido más de 17 puntos en contra en su racha de victorias seguidas.

“Los muchachos están jugando desinteresadamente, no hay egos, no hay envidias. Todos jugamos solamente por una cosa, ganar”, dijo el esquinero Richard Sherman.

Las últimas siete finales de la NFC se han decidido por siete puntos o menos, tres incluso, terminaron en prórroga, pero los encuentros entre Seattle y Green Bay no se destacan por ser cerrados sino todo lo contrario.

De los más recientes seis duelos entre ambos conjuntos, cinco terminaron con una diferencia de 10 unidades o más, sólo aquel encuentro de lunes por la noche del 24 de septiembre de 2012 con aquella dudosa anotación de Golden Tate terminó por diferencia de dos puntos a favor de Seattle.

Los dos equipos se midieron en el juego inaugural de esta temporada en casa de Seattle, los locales ganaron fácilmente 36-16.

“Estamos a un partido de ir al Super Bowl, ya no puedes esconder nada y tienes que arriesgarlo todo. Los partidos son distintos y para esta ocasión estamos muy entusiasmados. Entendemos lo que nos jugamos y estamos listos para el reto”, manifestó T.J. Lang, liniero ofensivo de Green Bay.

Si Seattle gana será la décima segunda ocasión en la historia que un equipo repite apareciendo en el Super Bowl, en ocho ocasiones, también fue Campeón.