Se le conoce como Monchi. Y su método para descubrir talentos futbolísticos ha llamado la atención de Europa.

Ramón Rodríguez Verdejo, mejor conocido por el sobrenombre de su época de arquero, se ha convertido en uno de los directivos de futbol más buscados después de que revolucionó al Sevilla con un sistema de detección de talentos que ayudó a rescatar al club del borde de la ruina financiera y lo erigió en un candidato de oro en las competencias europeas de segundo nivel.

Monchi es la versión en futbol de Billy Beane, el gerente general de beisbol, cuyos métodos innovadores para evaluar jugadores contribuyeron a revitalizar a los Atléticos de Oakland y cuya historia fue relatada en un libro y en la película ‘Moneyball’ con Brad Pitt.

En la última década, el club andaluz ha ganado ocho títulos: dos veces la Copa del Rey, una Supercopa Española, una Supercopa Europea, dos Copa UEFA y las dos últimas versiones de la Liga Europa.

Lo que todos buscan es el llamado ‘método Monchi’, el sistema de cazatalentos que ayudó a Sevilla a descubrir y beneficiarse con jugadores como Dani Alves, Ivan Rakitic, Julio Baptista, Sergio Ramos, Seydou Keita, Jesús Navas y Carlos Bacca.

Se cree que Monchi ayudó a Sevilla a ganar más de 225 millones de dólares en transferencias en los 15 años que ha estado en el club. El lateral Alves es considerado uno de sus mayores éxitos: fue adquirido apenas en un millón de euros a un pequeño club brasileño y vendido al Barcelona por 30 millones de euros.

“Tratamos de trabajar con un método que nos ayude a encontrar nuevos talentos que puedan beneficiarnos en la cancha y también generar ingresos.

“Lo más importante es demostrar a nuestros fanáticos que es algo beneficioso para el equipo, que no es sólo para hacer dinero. Nadie defendería este modelo en ninguna parte del mundo si el equipo no ganara títulos’’, dijo el directivo de 47 años.

Su objetivo es muy sencillo: hallar jugadores baratos con potencial y revenderlos a equipos más poderosos a un precio más elevado. Es una fórmula de éxito pero pocos directivos han encontrado la eficacia del Monchi.