Casi dos años después de picar piedra en Europa, Antonio Briseño marcó el primer gol de su trayectoria en Portugal, que valió para un empate pero que sobre todo le llegó como un bálsamo.

Desde Santa María da Feira, el defensa campeón del mundo con la Sub-17 en el 2011 relató lo duro que ha sido ganarse la confianza de sus entrenadores, pues la lejanía con México les provoca dudas sobre el nivel en nuestro país.

“Ellos creen que estamos muy atrasados todavía y no ven el tipo de jugadores que hay y creen que el nivel es muy inferior, solo saben que pagan bien y ya”, relató vía telefónica.

A su llegada a mediados del 2017 tuvo que esperar varios juegos en la banca. Cuando le dieron la oportunidad disputó nueve partidos en fila y nuevamente fue enviado con los suplentes. Volvió a la titularidad, lo expulsaron y otra vez fue al banquillo.

De ahí salió el sábado para marcar el 2-2 definitivo al minuto 90 contra el Braga, uno de los punteros, luego de tres derrotas en fila del Feirense, para de inmediato festejar y romper en llanto tendido boca abajo sobre el césped.

“Desde que veo al centrador, ya habíamos platicado, y nunca dejé de ver el balón; estaba concentrado, gané el salto, logré cabecear y cuando lo hice supe que era gol. Me ganó la emoción de que no había jugado, entré, marque, se lo dediqué a mi esposa, a mi hija y el trabajo me recompensó”, relató.

Briseño aseguró que durante su estancia en Portugal se ha convencido que el futbolista mexicano sin problema puede competir en cualquier lugar de Europa, donde ha logrado superar los obstáculos gracias al apoyo de jugadores como Miguel Layún.

“Me siento muy capaz, creo que me ha ido bien por acá y todavía me puede ir mucho mejor”, manifestó.

“Layún me ayudó mucho. Fue un paso difícil y su humildad me ayudó mucho, me invitaba a su casa, me presentaba a sus amigos”.

EL POLLO YA PIENSA EN QATAR 2022

Al no vivir ninguna parte del proceso de Juan Carlos Osorio rumbo al Rusia 2018, Briseño sabe que sus posibilidades de Mundial hoy son mínimas, por lo que su menta está puesta en Qatar 2022.

“El equipo ya está bien armado y en ese sentido voy a trabajar para que en un futuro venga. Tuve todos los procesos en menores, quedé fuera de la lista de la 23 (para Juegos Olímpicos) pero he sido siempre un referente”, agregó.

“Quiero estar en la selección mayor, pero no me quita el sueño y sé que si sigo jugando va a llegar con trabajo, esfuerzo y humildad”, sentenció.