Mark Sánchez está contento de trabajar para los Dallas Cowboys, por muchas razones.

La principal es que tendrá un reinicio de su carrera, aunque sea desde la banca, atrás y en apoyo del novato Dak Prescott, quien será el titular este domingo cuando comience la temporada.

Sánchez reportó este lunes a entrenar por vez primera con los Cowboys, con quienes firmó contrato el domingo por la tarde.

“Con esta línea ofensiva y corredores que tiene este equipo, obviamente además de los receptores, es un sueño para los quarterbacks jugar aquí”, dijo Sánchez. “Me siento orgulloso, es un honor llevar la estrella. Todos en la liga saben qué significa estar en esta posición para los Vaqueros”.

Buena parte del significado que tendrá en su caso particular será el apoyar, ser una especie de mentor para Prescott, reclutado en la cuarta ronda del draft pasado y promovido a la titularidad por la fractura que sufrió Tony Romo en el tercer juego de exhibición.

“Mark ha sido un buen jugador en esta liga como mariscal de campo titular”, dijo el entrenador Jason Garrett este lunes por la mañana en conferencia de prensa. “Ha estado en playoffs como mariscal de campo titular, ha iniciado un montón de juegos”.

“Fue un quarterback colegial muy exitoso”, agregó. Jugamos contra él en nuestra división y lo vimos de cerca, y estamos convencidos de que puede ayudarnos”.

El receptor Brice Butler dijo que el equipo está motivado por la llegada de Sánchez. “Necesitábamos a un quarterback veterano para ayudar a Dak y por si necesita jugar”, comentó. “Mark ha sido exitoso desde la universidad. Sabe cómo ganar partidos aquí. Es un buen tipo y sabemos que se adaptará a este vestidor a la perfección”.

Sánchez ha participado en 75 partidos de temporada regular entre los New York Jets, que lo reclutaron en primera ronda del draft 2009, y seis de playoffs.

Las dos temporadas anteriores jugó para los Philadelphia Eagles, rivales de Dallas en la División Este de la Conferencia Nacional.

“Todo lo que sé es que puedo ayudarles con él”, dijo Sánchez en referencia a Prescott. “He jugado contra el Este de la Conferencia Nacional. He jugado contra un montón de equipos que vamos a ver. He estado en esos estadios. Haré cualquier cosa para compartirle mi conocimiento, sin tratar de bombardearlo”.

Sánchez, de 29 años, pareció cómodo desde que salió a entrenar por la mañana en el nuevo complejo de los Cowboys, al que reconoció como el más impresionante que haya visto jamás.

El mariscal de campo méxico-americano firmó por una temporada y 2.5 millones de dólares, que pueden aumentar a más de cinco millones, si cumple con bonos de productividad y tiempo de juego.

Atendió a los medios de comunicación en el vestidor en inglés y español, sin restricciones.

Estuvo ahí durante todo el tiempo que los reporteros tuvieron permitido el ingreso, algo poco usual para los mariscales de campo de los Cowboys.
Dijo que su principal reto al momento era aprenderse el libro del sistema ofensivo, luego de que apenas el pasado sábado fue cortado por los Denver Broncos.

“Las cosas no funcionaron bien allá, como habíamos planeado”, dijo. “Pero las cosas suceden por algo y estoy feliz aquí.

“Es un largo camino por recorrer”, dijo Sánchez. “Pero está bien. Es parte de esto. Tengo amigos en el equipo que me ayudarán a aprender rápido. Estoy agradecido con Kellen Moore y Dak, quienes han sido de mucha ayuda para mí. Estoy seguro de que Tony también me ayudará”.

El ex quarterback de la Universidad el Sur de California dijo que intercambió algunos mensajes de texto el sábado con Romo, quien le dio la bienvenida a los Cowboys.

“Es un gran muchacho y extremadamente competitivo”, culminó Sánchez. “Me siento mal por lo que está pasado. He estado en la misma situación. Es una posición dura para él. Pero sé que está luchando para regresar y por eso es tan buen jugador”.