El gol brilló por su ausencia en el Derbi de Manchester. A través de un duelo lleno de furia y rivalidad futbolística, uno de los clásicos más grandes del balompié inglés terminó con un empate doloroso, protagonizado por la rudeza en el campo y un cabezazo de Fellaini.

Con un frío empate a cero en el Etihad Stadium, la escuadra del United perdió su oportunidad de meterse de lleno por un boleto a la próxima UEFA Champions League, ya que una victoria sobre su eterno rival los hubiese colocado en el tercer peldaño de la Premier League, con grandes posibilidades de calificar a la justa europea.

A través de un juego repleto de toques, los pupilos de Pep Guardiola se encargaron de protagonizar las jugadas más claras de gol, en un encuentro donde el argentino Sergio Agüero se convirtió en el hombre más peligroso para la defensa rival.

En menos de 10 minutos, el Kun remató de primera intención para colocar la primera ocasión clara de gol, con un disparo que terminó por estrellarse en el poste. Pocos minutos más tarde, los Red Devils supieron contestar, y por escasos centímetros, el arquero Bravo detuvo sin piedad el feroz remate de Mkhitaryan.

Luego de 76 minutos en el reloj, el cancerbero del conjunto local, Claudio Bravo, sufrió una lesión muscular que lo obligó a abandonar el terreno de juego, en un momento del cotejo que encendió los focos rojos para los Citizens.

En una jugada para el olvido, el mediocampista Fellaini dejó en inferioridad númerica a su equipo, tras protagonizar un cabezazo sobre el delantero Agüero a pocos minutos del final.

Al 90′, los gritos del estadio se hicieron presentes con un disparo que Gabriel Jesus pudo meter al fondo de las redes enemigas; sin embargo, tras encontrarse en fuera de lugar, el tanto del atacante fue anulado, dejando así un punto para cada equipo al final del partido.