El estadounidense Ryan Lochte demostró que no está dispuesto a que nada, ni nadie le robe el protagonismo en los Mundiales de piscina corta que se disputan en Estambul, tras establecer el segundo récord del mundo en veinticuatro horas, con una marca de 50.71 segundos en los 100 metros estilos.

El registro habla de la voracidad del nadador de Nueva York, que ni tan siquiera necesitó del estímulo de la lucha por las medallas, para dar lo mejor de sí mismo en una semifinal, en la que rebajó en cinco centésimas el récord -50.76- del eslovaco Peter Mankoc.

Tiempo que confirma la condición de máximo favorito del estadounidense para colgarse mañana el oro en una prueba, los 100 metros estilos, en la que con la oposición del australiano Kenneth To, Lochte puede volver a batir el récord.

El viernes, en los 200 estilos, Lochte, azuzado por el japonés Seto y el húngaro Cseh, estableció con un crono de 1:49.63 minutos el hasta hoy único récord del mundo en unos campeonatos en los que el norteamericano ya suma cuatro medallas de oro y una de bronce.

El récord del mundo eclipsó la extraordinaria actuación de dos de las más fulgurantes estrellas de la natación mundial, la lituana Ruta Meilutyte y la china Shiwen Ye.