Los clubes de la Primera División griega se pusieron de acuerdo este lunes sobre las medidas que adoptarán para hacer frente a la violencia en los partidos de futbol, que condujo a la suspensión de la Liga la pasada semana.

Los presidentes de los clubes decidieron poner en marcha la entrada electrónica, que permite conocer la identidad del comprador y su ubicación en el estadio, colocar cámaras de seguridad en los campos y armonizar las penas disciplinarias de la Liga con las de la UEFA.

Además decidieron dar orden a los árbitros de interrumpir inmediatamente el partido en caso de irrupción de aficionados en el campo.

La Superliga, la asociación de los clubes de Primera División, decidió asimismo prohibir el transporte de los aficionados hasta el final de la temporada y pedir al Gobierno el aumento de las prerrogativas del personal de seguridad de los clubes a las entradas de los estadios.

La Liga fue suspendida después de un partido violento entre el Panathinaikos y al Olympiacos, el pasado 21 de febrero. Minutos antes de comenzar el derbi, 50 aficionados radicales del Panathinaikos saltaron al terreno y lanzaron objetos a los jugadores del Olympiacos que empezaban el calentamiento.