El domingo pasado se convirtió en tricampeón de la Fórmula Uno. Es uno de los deportistas mejor pagados y más buscados del mundo, sin embargo, asegura ser el mismo de siempre, aunque no niega que llamarse Lewis Hamilton tiene sus privilegios.

Medios nacionales tuvieron la oportunidad de charlar con el campeón del mundo, quien al principio responde cortamente, probablemente cansado de tantas entrevistas en los últimos días, pero poco a poco comienza a abrirse.

“¿Qué se siente que a donde vas, recibes un tratamiento especial?”, le pregunto a Hamilton, quien medita antes de responder. “No lo sé, es bastante ‘cool’. Es muy, muy grandioso, es fenomenal. Me siento especial, sabes, la gente te hace sentir especial, tal vez un poco más que si no tuviera un campeonato”.

Quien lo sigue en sus redes sociales puede notar que el piloto británico es alguien muy espiritual, sin embargo, asegura que el mundo del glamour y su vida personal no se mezclan; antes, una es causa de la otra.

“No lo combinas, son dos cosas completamente separadas. Mi persona, en mi corazón, quien soy, no cambia a pesar de las cosas alrededor de mí, esa es la parte espiritual y sin eso yo no sería quien soy hoy en día. No es de la otra forma, no es que si fuera campeón del mundo sería una persona espiritual”, dice claro.

-¿Quién te ayuda a que el piloto campeón no sea más grande que la persona?

“Dios”, responde sin dudar. “Claro mi familia me crió con ciertos valores, pero creo que al final, todos los días leo y rezo la biblia y eso es lo que me recuerda que lo más importante es lo que tú eres”.

Hamilton asegura que esa parte espiritual lo mantiene centrado, además, nada a su alrededor ha cambiado, sigue siendo el mismo con su círculo cercano, aunque claro, ahora hay más lujos en su vida.

“Cero. Nada cambia, mi mejor amigo es mi mejor amigo desde hace 20 años, todavía hablamos de las tonterías que hablábamos en ese entonces, la única diferencia es si quieres ir a un restaurante, vamos a un mejor restaurante, quieres ir de vacaciones, vamos a mejores vacaciones, pero de otra manera nada ha cambiado, todavía hacemos lo mismo de siempre”, dice, aunque acepta que ahora es alguien a quien sus familiares admiran.

“Claro, mis primos pequeños me miran de forma diferente a que si no hubiera sido exitoso, ahora mis primos ven lo que he logrado en mi vida y es como: ‘wow, creo que podemos hacer lo mismo’”.

Pero ese papel de ser un modelo a seguir va más allá de su familia, y lo acepta. Sabe que su vida está en constante escrutinio, pero cree que puede llegar a ser alguien que inspire a muchos jóvenes alrededor del mundo.

“Es una responsabilidad, no un trabajo, pero si hay una responsabilidad, estás en la mira todo el tiempo, te ven todo el tiempo, por eso creo que es importante simplemente ser tú y hacer las cosas a tu manera y si lo haces de la manera correcta, eres una buena persona, esa vida brillará en otros e inspirará a otros”, finaliza Lewis.