El cierre del mercado de fichajes fue muy complicado para Keylor Navas y luego de algunas semanas, el  portero tico confesó que al final del 31 de agosto, al llegar a casa con su espesa, rompió en llanto.

“Me fui para mi casa. Fue un día complicado (el 31 de agosto) y ahí fue cuando lloré, cuando estaba con mi esposa. Al final de tantas cosas que pasan, tantos momentos complicados, uno es humano y llega un momento en que todo tiene que explotar por algún lado”, contó el portero en entrevista a la ‘Cope’.

A pesar de lo acontecido en el intento del Real Madrid para usarlo como moneda de cambio para contratar a David de Gea, Navas dejó claro que confía en el trabajo que realiza bajo los tres palos y luchará ara mantenerse en el cuadro blanco, además, desea escribir su propia historia como madridista y no pretende ocupar el hueco dejado por Iker Casillas.

“Confío en lo que hago. En el Madrid están los mejores y voy a competir con cualquiera. Mi meta no es hacer olvidar a Iker, mi meta es escribir mi historia de la mejor manera y tratar de darle muchas alegrías a mi familia, a toda la afición madridista y a todos los que han creído en mí”, añadió el portero.

Por último, dejó claro que emigrar al Barcelona no sería una de sus alternativas, en caso de salir de la escuadra merengue.