Pese a que las piezas en el mercado de fichajes de este verano se mueven con millonarias ofertas, no es así para todos, pues jugadores de élite, que alguna vez fueron ‘objeto de deseo’ de varios equipos, se quedan sin club al finalizar el año futbolístico.

Este suceso se ha vuelto un ‘mal común’ para algunos futbolistas, que tras no tener un buen nivel en la temporada sus clubes dejan de tomarlos en cuenta, y esperan hasta la última jornada del mercado de fichajes para esclarecer su futuro, que por el momento permanece en un ‘limbo’.

Este verano, muchos fueron los nombres de peso relegados, pues desde Zlatan Ibrahimovic, quien por una lesión mermó su paso por Manchester United, hasta Diego Costa, que no entró en planes del Chelsea, buscan una nueva casa para seguir demostrando su valía la próxima temporada.

Algunos de los ‘peces gordos’ de este mercado, pese a que tienen ofertas de otras Ligas, no pueden negociar su salida, pues los intereses propios del club al que pertenecen van por encima del jugador; hasta que los equipos de origen no amarren su reemplazo, no pueden salir del conjunto.

En algunos casos los jugadores, como Arda Turan o Carlos Bacca, son los que buscan salir lo más pronto posible de donde militan, pues la poca actividad que llegan a tener afecta no sólo su nivel futbolístico, sino su valor en el mercado, pues en vez de cotizarse aún más por estar en una escuadra de élite, los condiciona.

Turan llegó al Barcelona costando 35 millones de euros, y bajó 10 millones su valor debido a que su lugar en la cancha es ocupado por Messi, Suárez o Neymar; por su parte, Bacca descendió siete millones su costo con el Milan.