Jozy Altidore será el capitán de los Estados Unidos en el clave partido que disputarán ante esta diminuta isla del Caribe y tras el cual, si Trinidad y Tobago vence a Guatemala, pudieran sellar su pase a la hexagonal final de la CONCACAF Rumbo al Mundial de Rusia 2018.

Será un gran honor para el atacante nacido en la Florida llevar la cinta en su brazo, pero cuando salte a la cancha y se encuentre alineado con sus compañeros mientras el himno de su país resuene en el estadio, una madeja de emociones y pensamientos correrán por su mente.

Altidore no se llevará la mano al pecho ni cantará las notas de “The Star-Spangled Banner”, continuando la controversia que ha protagonizado desde que debutó con la selección. No es símbolo de protesta ni una rebeldía sin causa, sus motivos son completamente religiosos.

“Muchas personas me lo han preguntado. Fui criado como testigo de Jehová y soy un firme creyente en esta variante del cristianismo”, le dijo Altidore a la revista Sports Illustrated en la víspera del encuentro.

“Espero que la gente me comprenda. No es que no respete el país o no esté orgulloso de representar a los Estados Unidos”, agregó. Como parte de sus creencias, Altidore tampoco celebra los días feriados ni los cumpleaños.
Una de las razones que más se especuló públicamente como el móvil del atípico comportamiento de Altidore para con el himno nacional fue una señal de protesta contra el tratamiento que han recibido varios afroamericanos en los últimos meses. Colin Kaepernick, el mariscal de campo de los San Francisco 49ers, permaneció agachado durante el himno en el partido de la pretemporada que los enfrentó a los San Diego Chargers por este motivo.

Altidore comprende la causa de Kaepernick, algo que también le pega en carne propia, e intenta ver las cosas de una manera completamente distinta a cómo la sociedad ha reaccionado a este suceso. “Es interesante como la gente analiza el acto de Kaepernick y no mira por qué lo hizo. Él está tratando de enviar un mensaje, pero la gente cree que él no respeta el país, o los veteranos, y cosas así”, afirmó.

“No voy a decir que no estoy agradecido con todo lo que este país me ha dado, pero necesitamos detener esos comportamientos contra los ciudadanos negros. Es algo que tenemos que enfrentar todos como una nación”, admitió.

Las críticas de la afición a causa de su comportamiento para con el himno no han hecho mella emocional en Jozy Altidore. En el fondo él está muy convencido de sus razones y ha preferido utilizar esa incómoda retroalimentación como un arma más para liderar a su selección en el terreno y cumplir el sueño mundialista de llegar a Rusia 2018.