Jason Garrett, entrenador de los Dallas Cowboys, aseguró que sus jugadores aún compiten con la motivación de ganar juegos, el respeto de sus rivales y de sus aficionados.

Garrett negó que la reiterada presión sobre su seguridad laboral y todas las especulaciones que giran a su alrededor como coach de los Cowboys afecten a sus jugadores, que parecen llegar peor preparados a los partidos conforme avanza la temporada.

“Simplemente veo cómo llegan a trabajar todos los días. Observo la manera en que practican. Desafortunadamente, no hemos podido acarrear el trabajo de las prácticas a los partidos”, lamentó Garrett luego de la derrota por 31-24 ante los Chicago Bears en el Soldier Field, la tercera en fila para los Cowboys.

“No creo que nadie aquí se haya dado por vencido”, agregó.

Garrett dijo que no han podido manejar la adversidad de manera correcta y que eso tiene a algunos jugadores presionados al momento de saltar al campo, lo cual se refleja en su intento por hacer demasiado o con bloqueo mental en diversos aspectos del juego.

“Aquí, los únicos culpables de todo somos los jugadores”, dijo el linebacker Jaylon Smith. “Nos preparamos bien, llegamos bien y en el partido somos incapaces de ejecutar. Ya somos adultos para hacernos responsables de nuestros errores”.

El dueño de los Cowboys, Jerry Jones, negó dudar de la capacidad física de los jugadores o de que salten al campo bajo demasiada presión.

“Están bien mentalmente. Para mí, todos estos muchachos tienen talento suficiente. Son buenos. Simplemente, tenemos que encontrar la manera de ganar un juego”, finalizó Jones.