A veces las cesiones se vuelven en contra del equipo que libera al jugador y ese drama lo vivió el Granada el día menos propicio al ver cómo un tanto del venezolano Darewin Machís decantaba un duelo clave en la zona baja ante el Leganés. Guillermo Ochoa jugó todo el duelo que finalizó 1-0.

En el arranque, el encuentro cumplió con las expectativas previas. Se sabía que iba a ser duro, igualado, poco vistoso e intenso. Lo habitual cuando se enfrentan dos equipos que luchan por el mismo objetivo.

Estas últimas encontraban en muchas ocasiones la colaboración de un ofensivo Diego Rico que recibía, enfilaba la línea de fondo y centraba al área. En una de esas a punto estuvo de llegar Guerrero para empujarla a la red. El resto, progresiones de los extremos y balón parado. Faltas laterales y córners que inquietaban principalmente en las segundas jugadas.

Szymanowski dejó dos grandes centros. Uno lo cabeceó fuera Guerrero en el primer palo. Otro encontró en el pico opuesto del área a El Zhar, pero su golpeo lo detuvo Guillermo Ochoa. Darwin Machís había vuelto el pasado verano a Granada tras despuntar en la categoría de plata con el Huesca. Sin embargo en el club prefirieron enviarle de nuevo como cedido, esta vez con rumbo al Leganés.

Fue él quien puso la guinda en el segundo palo a una contra espectacular al recibir el pase de Morán. Tras su tanto levantó las manos en señal de perdón pero el daño, para alegría de los madrileños, ya estaba hecho.

De ahí al final pudo aumentar la cuenta Diego Rico tras un magistral pase picado de El Zhar, pero despejó con acierto Ochoa. No hubo tiempo para más. El Leganés toma aire y deja a su favor el goalaverage personal ante un Granada que pierde la oportunidad de salir del descenso.