Álvaro Morata, presentado este martes como delantero del Atlético de Madrid, remarcó que su destino estaba en el club rojiblanco, al que ya había dado su “palabra de que, cuando se pudiera hacer, iba a venir”, recalcó que no se siente nuevo y apuntó que, más allá de las palabras, tiene que hablar en el campo.

En el auditorio del estadio Wanda Metropolitano, acompañado de sus dos bebés -los dos vestidos con la equipación del Atlético-, de su mujer, de sus padres, de su abuelo, de Manolo Briñas y Socorro Morales, empleados de la cantera del conjunto rojiblanco con los que coincidió siendo un niño, Morata expresó toda su felicidad.

“Es la infancia. Es la auténtica felicidad. Por eso significa mucho para mí estar hoy aquí. La gente que me conoce y me quiere lo sabe. Es un vídeo muy bonito. Me ha emocionado”, aseguró en sus primeras palabras sobre el estrado, debajo de una pantalla con el gigantesco mensaje de ‘Bienvenido Morata’ sobre un fondo rojo.

“Creo que hoy no tengo que explicar aquí mi sentimiento y lo que siento. Si estoy aquí es porque yo quiero estar aquí. He tenido la posibilidad de venir aquí. No es la primera vez. He dado mi palabra de que en cuanto se pudiera hacer iba a venir aquí. No tengo que hablar con palabras, tengo que hablar en el campo, valoró.

“No hay que convencerme (de venir al Atlético). Sabía que por circunstancias de la vida se han dado muchos rodeos. Era el destino al final que yo estuviera aquí. No puedo esperar más para entrenar esta tarde con el resto de los compañeros y a las órdenes del Cholo. Estoy muy agradecido porque sé que él (Simeone) también ha empujado para que yo esté aquí”, abundó el atacante, cedido por año y medio.