Un empresario español afincado en México soñó con tener a una gloria del Real Madrid en su modesto equipo recién ascendido a Primera División, el Celaya. Así fue como Emilio Butragueño llegó a México, después de haber pertenecido a la mejor generación de futbolistas que ha visto el Santiago Bernabéu, la Quinta del Buitre.

La experiencia fue tal, que Butragueño los define como “los más felices de su vida”, ya que por primera vez, tuvo tiempo para disfrutar a su familia.

“Al principio iba por un año y me quedé tres. Tuvimos una vida familiar magnífica, el clima era muy bueno y la gente era muy cariñosa. Celaya es una ciudad pequeñita y cómoda para desplazarse, estuvimos muy a gusto y disfruté mucho”, dijo el español en entrevista.

En su primer año en suelo mexicano logró llevar al Celaya a la Final contra el Necaxa, y a pesar de no haber ganado el campeonato, como tampoco ganó la Copa de Europa, no le hizo falta para convertirse en leyenda.

-Siempre has dicho que México es tu segundo país. ¿Es posible que tu amor por México haya iniciado con esos cinco goles en el Mundial del 86?

México es muy importante en mi vida. Tengo muy buenos amigos desde antes de ir al Mundial, ya tenía relación con gente de México, pero evidentemente el Mundial a mí me dejó una gran huella y luego cuando fui a jugar a Celaya, estuve tres años con mi familia y la gente se portó muy bien. Fuimos muy felices. Al principio iba para un año, me quedé tres y tenemos grandísimos recuerdos y estamos muy agradecidos con México, sin duda.

-Has comentado que los años que estuviste en Celaya fueron los tres años familiares más felices de tu vida. ¿Cuál es la razón de esta afirmación?

Sí, porque tenía tiempo (risas). Ya estaba casado, tenía a Natalia, mi hija mayor; ella nació en abril del año 1994 y yo me voy a México en julio del 95 y mi esposa estaba embarazada de Emilio, del segundo, que nace en diciembre estando nosotros en Celaya.

Tuvimos una vida familiar magnífica, el clima era muy bueno y la gente era muy cariñosa, era una ciudad pequeñita y cómoda para desplazarse, estuvimos muy a gusto, disfruté mucho el estar con mi familia. Es el tiempo en el que más he estado con mi familia porque el resto de mi vida una vez que me retiré, prácticamente ha sido en el Real Madrid y aquí no hay mucho tiempo (risas).

-En España, la gente es muy respetuosa con las figuras públicas, pueden verlos en la calle y es difícil que se acerquen pero en México es muy diferente. ¿Cómo llevaste esa situación?

Lo que pasa es que yo llevaba una vida muy tranquila, no soy mucho de salir, necesito poco para sentirme a gusto. De hecho, después de 4 meses, mucha gente en Celaya pensaba que yo no vivía ahí, que lo hacía en Querétaro porque como no me veían nunca.

Siempre he sido muy tranquilo, me gusta estar en casa con mi familia. Por eso estuvimos tan a gusto, vivimos en un campo de golf y el clima era extraordinario, con mi mujer todos se portaron muy bien, tuvimos todas las facilidades, con los vecinos, el club, todos nos ayudaban, desde el hecho de comprar la carne, toda la organización que necesitas para llevar una vida normal, en México nos lo hicieron muy fácil para que estuviéramos a gusto, asentados y que lleváramos una vida familiar normal como cualquier otra.

 

-Durante el Mundial no tuviste la oportunidad de jugar en el Estadio Azteca, pero sí lo hiciste en la Final entre Celaya y Necaxa. ¿Cómo fue la experiencia de jugar en un estadio con una capacidad incluso mayor a la del Bernabéu?

Ya había jugado durante la temporada porque ahí nos enfrentamos al América; el Necaxa jugaba ahí también pero evidentemente no era lo mismo que una Final. En la Final estaba lleno el campo y muchos de esos espectadores eran nuestros y muchos eran españoles, me agradó mucho porque habían bastantes banderas españolas en la Final. El estadio es espectacular, fue un placer jugar en un estadio tan grandioso como ese, además de la historia, se celebraron dos Mundiales, el del 70 con aquel Brasil de Pelé que sin duda pasó a la historia y en el 86 el mejor Maradona de su carrera, digamos que ofreció su mejor talento en ese estadio, es un estadio sin duda legendario.

 

-Se comenta que a partir de tu llegada a México, se cambió la manera de vivir el futbol en Celaya. Ahora ese estadio lleva el nombre Emilio Butragueño Santos. ¿Cómo te sientes con eso?

Tengo muchas anécdotas (risas). Te contaré una. Yo venía del Real Madrid y llegamos ahí a Celaya, el hecho de cómo llegue ahí es algo sorprendente, siempre he dicho que cada uno tiene un destino en la vida, lo tengo bastante claro, y a mí me tocaba ir a Celaya, algo impensable porque para empezar yo no sabía dónde estaba Celaya, no sabía que existía un equipo que se llamaba Celaya (risas). Pero bueno, llegamos ahí y yo estaba en el hotel porque todavía no teníamos casa y en mi primer entrenamiento, me dan la ropa de entrenamiento y yo salgo vestido del hotel con la ropa de entrenamiento y yo no entendía nada, pero la realidad es que a donde íbamos, no había vestuarios, y yo decía, ‘¿ Esto qué es?’ (risas) y así fue.

En aquella época el Celaya tampoco tenía tantas instalaciones y muchas veces entrenábamos en los campos de fábricas que gustosamente nos cedían el terreno para nosotros, pero no pertenecía al club; recuerdo que íbamos al campo de Bachoco, de los pollos; Celanese también y era así. Me llamaba la atención, pero curiosamente ese año llegamos a la Final.

En la vida a veces la ilusión, la motivación y las ganas suplen muchos aspectos básicos y fundamentales en el futbol.

 

-A 22 años de haberte retirado del futbol en México. ¿Cuál es tu perspectiva sobre el futbol mexicano actual?

El futbolista mexicano que yo recuerdo haya por los 80, que se decía que apenas salía del país, se pagaba bastante bien ahí entonces el jugador mexicano se sentía reconocido, bien pagado, cómodo, estaba ahí en su entorno, con su familia y era razonable que se quedase en su país, entonces habían pocos jugadores fuera jugando en diferentes ligas. Lo de Hugo (Sánchez) fue una excepción. Cada vez el jugador mexicano es más internacional y en ese sentido cada vez es más capaz, creo que la progresión ha sido indiscutible.

 

-Hugo abrió camino en Europa, lo hizo también Luis García, Rafa Márquez. ¿Cómo se le ve al futbolista mexicano en Europa?

Es competitivo. Hoy yo creo que lo importante es el carácter ganador que tenga el jugador, la capacidad de adaptarse a su entorno y el carácter competitivo que tenga, y el mexicano ha demostrado que es un jugador fiable, sin ninguna duda.

A mi muchas veces me preguntan por jugadores asiáticos y nosotros siempre decimos que lo que cuenta es la capacidad de competitividad que tenga el jugador, da igual la nacionalidad lo que importa es ser capaz de competir, dar lo mejor y tener la personalidad suficiente para superar las dificultades y el jugador mexicano ya ha demostrado que puede jugar en cualquier liga y ser un jugador rentable.

 

-¿Cómo era el Hugo Sánchez jugador y cómo es ahora?

Para nosotros ha sido uno de los mejores delanteros centros que ha tenido el Real Madrid en su historia, aquí es una leyenda para todo el madridismo y le debemos mucho. Fue un hombre fundamental en esa época tan exitosa, esa es la verdad. Ahora seguimos con una relación magnifica, cada vez que viene a Madrid o cuando yo voy a México nos hablamos y procuramos vernos con nuestras mujeres. Le veo bien, colabora con ESPN, está a gusto, lleva una vida muy estable y él es muy inteligente.

 

-¿Sigue a Míchel en Pumas?

Claro, ¡cómo no!. Perdieron dos partidos seguidos ahora pero bueno empezó muy bien el campeonato, de los primeros cinco partidos ganaron cuatro y ahora perdieron dos seguidos, o sea que sí claro.

 

-¿Cree que podrá triunfar en México?

Tiene capacidad de sobra obviamente. Ojalá que tenga suerte con el equipo y que también le den tiempo porque al final el entrenador necesita tiempo. Él siempre ha tenido un gran sentido del club, seguro que quiere trabajar con el club un poco con las divisiones inferiores, las Fuerzas Básicas para ayudar al club a sacar chicos jóvenes y luego tiene mucha experiencia, le encanta el futbol. Seguro que si le dan tiempo, no tengo ninguna duda de que triunfará.