La desbordada pasión con la que viven los partidos de su equipo nunca ha sido retribuida para los fans de Filadelfia. Se trata de un amor no correspondido, situación muy distinta a la de Boston.

Tras dos derrotas de Super Bowl, Eagles enfrentará este domingo a Patriots, el equipo más ganador en la época reciente en este deporte y que de triunfar, alcanzaría a Steelers como las franquicias con más títulos. Además, pondría a Boston a solo tres títulos de alcanzar los 40 de Nueva York.

En cambio, Filadelfia y sus 1.6 millones de habitantes poseen una sequía de casi 10 años sin algo que festejar, pues fueron los Phillies en 2008 los últimos en conseguir un campeonato.

La diferencia entre ciudades es abismal, pues gracias a los éxitos de Patriots, Celtics, Red Sox y los Bruins de hockey, la capital de Massachusetts suma 36 títulos entre las cuatro ligas más importantes del deporte en su país. Ello contrasta con los apenas diez entre Flyers, 76ers, Eagles y Phillies en Filadelfia.

Quien primero dio la cara por esa ciudad fueron los Sixers, campeones de NBA en 1955, que hasta hoy aportan tres a la causa. Por otro lado, las franquicias de MLB y NHL colaboran con dos cada una y dejan muy mal parados a Eagles.

Esta franquicia solo fue campeona en la “prehistoria” de la NFL, antes de la fusión de las Ligas y cuando no había Super Bowl: en 1948, 1949 y 1960.

Según Joel Fish, director del Centro de Psicología del Deporte en Filadelfia, el nivel de desconfianza en la afición local es alto hacia sus equipos.

“Un equipo que suele ser malo, y que su afición sabe que acostumbra perder, y más ante equipos superiores, tiene menos motivación de parte de los jugadores de hacer más de lo que la gente espera de ellos”, señala la psicóloga egresada de la Universidad Intercontinental de México, Nidia Islas, consultada por Mediotiempo.

Boston en cambio ha disfrutado 36 títulos, tres menos que Nueva York por los 27 de Yankees, dos de Mets, dos de Knicks, cuatro de Giants y uno de Jets, además de las cuatro Stanley Cups de Rangers.

Boston sufrió una prolongada sequía de títulos entre 1987 y 2001, pero a partir de la dinastía de Tom Brady y Bill Belichick en la NFL, así como el fin de la ‘Maldición de Babe Ruth’ de 84 años sin títulos deRed Sox en MLB en 2004, esta ciudad se transformó en la más exitosa en lo que va de este siglo.

Con todo en contra, está en manos de Eagles cambiar el destino no solo de su ciudad, sino del deporte estadounidense.