Niza cierra el año con una sonrisa. Ni el empate en Burdeos que descontó dos puntos de su ventaja al frente de la clasificación de la Liga francesa, ni la expulsión de Balotelli, ni, tampoco, las declaraciones de Mino Raiola abriendo la puerta a la salida del jugador a fin de curso borraron el optimismo que se respira alrededor de ‘Les Aiglons’.

“Ser campeón de invierno está muy bien. Es una recompensa para todos. Pero esta distinción es solamente provisional. Ahora toca saborear el liderado pero lo efímero no nos interesa”, es la proclama del presidente, Jean-Pierre Rivère, al que siguen con absoluto convencimiento los seguidores de un Niza que quieren tomar el relevo del sorprendente Montpellier en 2012… O, más cercano en el tiempo, trasladar desde Inglaterra el milagro del Leicester.

Recordando la gesta de los zorros la pasada temporada y contemplando la tormenta que se mantiene semana tras semana en el PSG, el Niza ha cerrado la primera mitad de la Liga francesa asentado en un liderato que ni podía soñar al comenzar el curso, por más que ya la pasada temporada dio señales de su excelente crecimiento.

Acabado el curso Claude Puel acordó su marcha para hacerse cargo del Southampton y con él se llevó a Jeremy Pied, carrilero de excelente recorrido que dio paso a otras salidas de peso. Ben Arfa, recuperado para el futbol después de algunos años de dar tumbos por Inglaterra, sólo cumplió el año firmado para fichar por el PSG (donde ha vulto a las andadas) y con él también dejaron el club Valere Germain, que volvió al Mónaco o Mendy, llamado a ocupar el puesto de Kanté en el Leicester. Malas expectativas se temían en Niza…

Pero Jean-Pierre Rivère, al frente del club desde julio de 2011, dio el golpe y a Lucien Favre como entrenador le siguieron Dante, Cyprien, Belhanda… O Balotelli, la apuesta más arriesgada que pudiera imaginarse y que ha acabado por arrastrar al Niza al éxito más absoluto.

Completada la primera vuelta el Niza está en mejor posición de la que disfrutaba hace un año en la Premier inglesa el Lester de Claudio Ranieri y en Francia empieza a contemplarse la posibilidad de que el grupo de Favre sea capaz de mantener la presión a la que será sometido en el segundo tramo que comienza el 15 de enero de 2017 frente al Metz.

“Mi trabajo como entrenador es analizar partidos uno tras otro y evaluar su contenido. Tenemos que mantener las cosas en perspectiva porque todavía hay mucho trabajo por hacer”, convino el entrenador suizo tras la igualada frente al PSG.

Con un presupuesto diez veces menor que el del poderoso club de la capital pero una ilusión inabordable, el Niza se ha convertido en la sensación de una Liga francesa que comanda con brillantez, con un futbol mucho más atrevido de lo que pudiera parecer y la esperanza de recuperar un título que no se disfruta en la Costa Azul desde 1959.