Como si no hubieran existido siete meses de pausa en la NFL, los Dallas Cowboys comenzaron igual de imponentes que el año anterior y lo hicieron ante el que luce como su gran competencia divisional.

El cuadro texano derrotó 19-3 a los New York Giants, equipo que les propinó dos de sus tres derrotas en el calendario pasado.

La clave fue una gran defensiva comandada por Sean Lee, aunada a la incorporación del novato Taco Charlton y el “refuerzo” Jaylon Smith, quien se perdió todo el año pasado por lesión de rodilla.

Ezekiel Elliott, quien hasta hace unos días parecía se perdería seis juegos por suspensión, pudo estar en el emparrillado gracias al dictamen de un juez e hizo valer su presencia con 104 yardas terrestres y 36 en recepciones.

Dak Prescott dejó en claro que el temple mostrado el año pasado parece ser una característica innata y lanzó para 269 yardas y una anotación con el eterno Jason Witten, quien se convirtió en el jugador con más yardas en recepciones en la historia de los Cowboys.

El que decepcionó fue Eli Manning, que si bien no tuvo a Odell Beckham Jr. en el campo, lució inseguro y condujo múltiples ofensivas de tres y fuera. Sus números avalan la pésima noche: 217 yardas y una intercepción.

La Semana 2 presentará un muy atractivo duelo cuando los Cowboys visiten a los Broncos; por su parte, New York recibirá a los Detroit Lions en el Monday Night Football.