El presidente del Dinamo Kiev, Ígor Surkis, no descarta que los futbolistas ucranianos de su equipo sean llamados a filas para combatir a las milicias prorrusas en el Este del país.

“Si alguno de los futbolistas recibe una citación, la estudiaremos desde el punto de vista legal. Si es necesario, por supuesto, todos irán a combatir”, dijo, citado ayer por medios locales.

Al mismo tiempo, matizó que, en su opinión, “los futbolistas deben cumplir una misión pacífica, jugar y dar esperanza a los aficionados de que habrá paz y tranquilidad en el país”.

El Dinamo de Kiev cuenta en su plantilla con 15 futbolistas de nacionalidad ucraniana, entre los que se encuentran su capitán, el portero Oleksandr Shovkovsky y su principal figura Andry Yarmolenko que suma nueve goles e igual numero de asistencias a lo largo de la actual campaña.

Del once titular del equipo: además de Shovkovsky y Yarmolenko, cinco futbolistas más de nacionalidad ucraniana forman la parte central del club: Gusev, Khacheridi, Burda, Rybalka y Kravets.

La Liga ucraniana antes ya había resentido las consecuencias de la situación política de su país cuando dos bombas estallaron a las afueras del estadio del Shaktar Donetsk o cuando varios equipos del Este emigraron a la Liga rusa, pero esta vez el problema parece volverse aún más grave.

En días recientes, el presidente de la autoproclamada República de Donetsk, Alexandr Zajarchenko, externó su intención de elevar su ejercito a 100 mil hombres con la intención de rechazar cualquier ataque.

Ante esto, Ucrania movilizará en los próximos tres meses a 52 mil hombres y a lo largo del 2015 a 104 mil con la intención de replegar a las fuerzas rebeldes, lo que obligaría a reclutar ciudadanos del país incluyendo a deportistas.