El Corinthians se clasificó para la Final del Mundial de Clubes de la FIFA, disputado en Japón tras ganar en Semifinales a los egipcios del Al-Ahly, en un partido en el que sufrió más de la cuenta y que resolvió un gol del ariete peruano Paolo Guerrero.

A pesar del gélido ambiente en el estadio de Toyota, donde se registraron tan solo 4 grados al inicio del encuentro, las gradas se vistieron de gala con los colores blanquinegro de los campeones paulistas y con el rojo del conjunto egipcio.

El partido comenzó con mucha intensidad con los dos equipos bien plantados que buscaron decididamente la portería rival, con rápidas transiciones que los sudamericanos explotaban con calidad y los egipcios con más verticalidad y velocidad.

Desde el primer minuto, la numerosa comunidad brasileña en Japón, cuya “torcida” acudió con banderas, globos negros y camisetas, convirtió el encuentro en una fiesta con sus incesantes cánticos y pancartas.

El habilidoso delantero peruano del “Timao”, Paolo Guerrero, recuperado a última hora de una lesión, fue el referente del actual campeón de la Copa Libertadores y un constante peligro para la zaga egipcia, que a los 20 minutos empezó a sufrir el asedio de los brasileños cuando éstos lograron templar el ritmo del encuentro.

Fruto del ataque del Corinthians llegó el primer tanto en el minuto 30, después de que Guerrero sacara petróleo a un centro con la zurda a pie cambiado de Douglas desde la banda izquierda que, tras atravesar el área del Al-Ahly, el peruano cabeceó con suspense a la red.

La primera parte fue decayendo con el gol del ariete blanquinegro y el dominio predominante del equipo paulista, campeón de este torneo en el año 2000, en una edición en la que participaron también Real Madrid y Manchester United, que terminaron cuarto y quinto respectivamente.

El segundo tiempo bajó mucho en intensidad y provocó que el equipo egipcio se hiciera, ante el estupor de la grada, con el ritmo del encuentro y dispusiera de las mejores ocasiones para empatar.

La falta de acierto condenó al Al-Ahly, que perdió a su guardameta por lesión en el minuto 65, aunque mantuvo la presión sobre un desdibujado Corinthians, perdido sobre el césped y a merced de los egipcios que merecieron, al menos, el empate.

Ni siquiera la entrada de la nueva perla del ‘Timao’, el joven Romarinho, pudo despertar al campeón brasileño que tras lograr clasificarse para la final, conocerá mañana a su rival, que saldrá del partido entre los mexicanos del Monterrey y el Chelsea inglés.