La Copa Confederaciones del 2003 quedó manchada por el inesperado fallecimiento del mediocampista Marc-Vivien Foé en plena Semifinal contra Colombia, lo que conmocionó al mundo.

Por su parte, Francia se coronó en el certamen y pudo limpiar su imagen, luego de haber tenido una pésima Copa del Mundo un año antes en Corea Japón.

El mundo del balompié enmudeció por completo al minuto 72 del juego entre cameruneses y colombianos, debido a que el entonces elemento del Manchester City se desplomó a la mitad del terreno.

El africano quedó inconsciente en el Estadio Gerland durante más de 10 minutos, a pesar de los múltiples intentos del cuerpo médico por reanimarlo.

Los ojos en blanco de Foé, momentos antes de su muerte, dejaron en los asistentes y televidentes uno de los recuerdos más tristes en la historia del torneo.

El mediocampista logró llegar con vida al centro médico del estadio, donde intentaron reanimar su corazón por más de 45 minutos; sin embargo, los esfuerzos no sirvieron y lamentablemente el jugador perdió la vida por un paro cardíaco.

Su esposa, en compañía de sus tres hijos, estaba presente en las gradas del estadio, aunque en ningún momento le permitieron el acceso con su esposo, con lo que le quitaron la posibilidad de verlo con vida por última vez.

Días más tarde se disputó la Final del certamen entre los propios Leones Indomables y los galos; no obstante, el impacto que dejó en los cameruneses la muerte de su compañero, provocó que realizarán el peor partido de todo el torneo, y como consecuencia dejaron escapar el título.

Por su cuenta, el representativo europeo logró enmendar su terrible participación en el Mundial del 2002 con el campeonato de la Confederaciones, aunque la celebración fue muy discreta por lo que había ocurrido días antes.

En tanto, Brasil registró su peor participación, ya que ni siquiera pudo superar la Fase de Grupos, a pesar de que llegaba como gran favorito debido a su reciente título de Copa del Mundo.