El Barcelona no tuvo lugar a Lionel Messipero sí a Luis Suárez, se convirtió en el héroe de los blaugranas con Hat-Trick que sirvió de base en el Clásico para la goelada 5-1 al Real Madrid , que sigue hundido en una profunda crisis de resultados.

La humillación del Barça un Los Blancos Quedara en la Historia, los culés were amos y señores del partido, el Enfrente hay rival tuvieron, el Madrid Fue Un ente sin vida en el Camp Nou, la Muestra de Lo Que ha Sido su temporada con Julen Lopetegui en El banquillo.

Los libros no tuvieron piedad, los cinco goles se quedaron cortos para lo que ha mantenido en el campo. El equipo de Ernesto Valverdehizo lo que hacía, humilló a su peor enemigo y eso hace que su ego todavía se encuentre más, pues también son líderes de la competencia.

En el campo solo hubo un equipo y el cuadro catalán, que han sido mejor que Lionel Messisaben vivir, que el argentino a pesar de ser la máxima figura es una pieza más de este engranaje llamado Barcelona.

Al dominio culé le bastaron 11 minutos para empezar a marcar el rumbo de los merengues que simplemente con Julen Lopetegui se refiere a un equipo sin alma, se corre el sollozo se hace en las pocas ocasiones que usted debe recuperar.

Por el costado de la ciudad de Barcelona con J ordi Alba hizo lo que quiso, por ese lado nació el primer gol cuando el lateral de los catalanes se colocó en el segundo lugar, donde ya estaba Coutinho solo para empujar el balón al fondo de las redes.

Cada vez que la Barcça se acerca al arco de Courtois, la defensa madridista sufría en serio, los problemas se magnificaban y Varane dio muestra de mal paso blanco al cometer una falta en el área sobre Suárez,que fue revisado por el VAR para decretar el penal y el uruguayo fue quien lo ejecutó.

Para la segunda parte, la goleada se consumó a pesar de que el Madrid intentó reaccionar con el gol de Marcelo, pero cuando Barcelona se comunicó con ellos.

La noche en Cataluña le traspasó los poderes de Messi a Suárez, que hizo dos goles más, el último de ellos, la verdad de la zaga madridista y después Arturo Vidal colocó el punto final de una muerte más que anunciada de los Merengues.