El partido Barcelona-Nápoles, de la Liga de Campeones que se jugará el 18 de marzo en el Camp Nou, se disputará a puerta cerrada como consecuencia de la propagación del coronavirus, según se ha concretado tras una reunión celebrada este martes entre representantes de la Generalitat y del FC Barcelona.

“La recomendación es que el partido se juegue a puerta cerrada por criterios sanitarios y el Barcelona lo ha asumido”, aseguró el secretario general del Deporte de la Generalitat, Gerard Figueras.

La medida fue confirmada por Figueras y el secretario de Salud Pública de Cataluña, Joan Guix, al finalizar la reunión extraordinaria, en la que participaron representantes del FC Barcelona, la Secretaría General del Deporte y los departamentos de Salud e Interior de la Generalitat.

De esta forma, el partido de Vuelta de Octavos de Final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Nápoles (1-1 en la Ida), previsto para el próximo miércoles 18 de marzo, se disputará sin público en el graderío, un hecho que no acontece en el estadio barcelonista desde el 1 de octubre del 2017, cuando el club decidió no abrir las puertas aquel domingo para el partido Barça-Las Palmas en el que se estaba celebrando un referendo para la autodeterminación de Cataluña, prohibido por la justicia.

En este caso, la precaución sanitaria sugerida por la Generalitat, ante la posibilidad de que unos 5 mil italianos viajen con su equipo, ha llevado al club blaugrana a seguir el criterio del gobierno catalán, y más cuando Italia es uno de los focos más potentes en la propagación del coronavirus, y que ha causado la muerte de 463 muertos asociados a esta infección de forma directa o indirecta.

“El club ha asumido la decisión como propia y va a aplicar las recomendaciones del gobierno. Agradecemos que se anteponga la seguridad de la ciudadanía”, explicó Figueras a preguntas de los periodistas.