El Barcelona no afloja en la lucha por el título. Y sí, sigue de líder arriba del Real Madrid, club que tampoco deja ir puntos y quienes siguen pisándole los talones con las mismas 81 unidades, cabe recordar que los blancos tienen un juego pendiente.

De visitante, los blaugranas vencieron 0-3 al Espanyol en una edición más Derbi Catalán. Dos anotaciones de Luis Suárez y otra de Iván Rakitic fueron suficientes para el triunfo de los dirigidos por Luis Enrique. El mexicano Diego Reyes disputó todo el encuentro.

La primera mitad del duelo terminó sin goles. Pocas emociones fueros las que se vivieron en este lapso en el inmueble del Cornella Prat. Las zagas de los periquitos y de los culés estuvieron atentas a todo e imposibilitaban cualquier aproximación a portería.

El Barça con la posesión del balón intentaba jugar vertical y en las pocas ocasiones que logró gestar de Neymar sus disparos erran tapados por la muralla blanquiazul o el mismo ni siquiera las mandaba a portería.

En la parte complementaria llegaría la anotación culé precedida de un gran error de José Jurado, quien cedería el balón para atrás y ésta quedaría a merced de Luis Suárez, quien así terminó su sequía de cinco juegos sin anotación. Un golpe moral para los locales apenas al minuto 49’.

El gol abriría más el partido y los pupilos de Quique Sánchez con más orgullo que buen futbol intentaría emparejar, pero se topaba con el meta Ter Stegen, quien demuestra partido a partido que él también es pieza clave en este equipo.

A los blaugranas si les das espacio te liquidan en cualquier momento. Así sucedió al minuto 76, Leo Messi, a su estilo con jugadas individuales, se la cedió a Iván Rakitic, y éste no la pensó dos veces y la mandó al fondo de las redes.

A falta de cuatro minutos, la cereza al pastel la puso Luis Suárez, el uruguayo de nuevo atento a cualquier fallo de los defensas, aprovechó que Aaron no despejó, e hizo la anotación, símbolo de que está de vuelta y avisa que La Liga estará que arde hasta las últimas instancias.