Barcelona tiene una misión que luce casi imposible. Ningún equipo en la historia de la Champions League se ha levantado de un marcador adverso de cuatro goles para avanzar a otra ronda.

Los blaugranas se aferrarán al milagro y en Lionel Messi confían en al menos pensar primero en devolver el 4-0 que se trajeron de París ante el PSG, y poder enviar el juego a la prórroga. Una historia que sólo los mejores clubes del mundo se podrían atrever a escribir.

“Estamos a media eliminatoria. No tenemos nada que perder y sí muchísimo que ganar. Y si un equipo como el PSG puede meter cuatro goles, nosotros podemos hacer seis”, fue claro Luis Enrique.

“Sin ninguna duda, hay que ser pacientes. El resultado de la Ida es muy claro, pero estamos sólo a mitad de eliminatoria. Debemos ir generando a través del partido y de nuestro dominio la posibilidad de remontar”, añadió sobre el juego en Cam Nou.

Las miradas están puestas en Messi, ahora más que nunca el argentino tendrá que ser el guionista principal para la remontada.

Este reto al dorsal ‘10’ le llega en un buen momento al estar convertido en una auténtica máquina de hacer goles, ya que en 37 encuentros jugados dentro de la campaña 2016-2017, lleva 38 goles, una estadística que habla por sí sola. Se vale soñar en otra noche mágica del astro sudamericano.

Si en el entorno del Barcelona creen en la remontada es debido al despertar del equipo en los últimos cuatro duelos ligueros, todos ellos después de la tragedia futbolística vista en París.

Los últimos dos juegos del equipo líder de España fueron goleadas 6-1 contra Sporting y 5-0 ante el Celta, anteriormente victorias ajustadas de 2-1 ante Leganés y Atlético de Madrid.

Para el Barça es la hora de sacar el temple, y de los botines de Messi y compañía, el mejor futbol para seguir dejando huella en la sagrada historia del cuadro culé. El inicio del adiós de Luis Enrique comienza este día.