Getafe y Atlético de Madrid firmaron un empate sin goles inútil para los intereses de ambos equipos, que optan, respectivamente, a seguir en la lucha por los puestos europeos y a continuar la estela del Real Madrid para arrebatarle la segunda posición.

Parece que rojiblancos y azulones son abonados a partidos soporíferos en el Coliseum Alfonso Pérez. Salvo el encuentro de la temporada pasada, que terminó 3-2 con una remontada del cuadro getafense con un jugador menos, casi todos los demás han sido un auténtico tostón.

En la primera parte, los pelotazos, las interrupciones constantes por faltas y lesiones, y las imprecisiones de los dos equipos campaban a sus anchas por el césped del Coliseum Alfonso Pérez.

Los primeros 45 minutos se pueden resumir rápido. Un par de ocasiones para Radamel Falcao, la primera al principio, en la que remató fuera desde dentro del área pequeña un balón servido por Diego Costa, y la segunda al final, con un cabezazo a bocajarro que detuvo Jordi Codina. Esas fueron las opciones más llamativas del cuadro rojiblanco y de su rival en el primer acto.

El resto, con el Getafe algo perdido con un centro del campo desdibujado y con una defensa de circunstancias en la que Alexis Ruano actuó de lateral izquierdo por la lesión de Sergio Escudero, culminó con la lesión de Pedro León, que tuvo que abandonar el campo en el minuto 17 con un pinchazo en el muslo derecho.

No hubo nada más digno de mencionar. Se cumplía el guión establecido y los espectadores del Coliseum se aliviaron cuando los jugadores se marcharon al vestuario para descansar. Allí tal vez reflexionaron para cambiar el destino de un encuentro que llevaba camino de ser el más aburrido de todos los que se han visto este año en el estadio azulón.

El descanso sentó mejor a los dos equipos, que se libraron, con una segunda parte más activa, de recibir algún premio “razzie”, los anti Óscar que encumbran a las peores películas del año.

Tampoco era complicado mejorar lo que se había visto y el guión cambió un poco para el alivio de los cerca de 10.000 testigos del encuentro.

En los cuatro primeros minutos pudieron marcar Abdel Barrada y Filipe Luis, que demostraron cómo en 240 segundos se pude ofrecer algo más que en noventa minutos. Fue el preludio de otra ocasión de Falcao, que se revolvió en el área para sentar a Alexis y fallar en el último momento.

El Getafe, envalentonado y con la necesidad de sumar de tres en tres tras las victorias de muchos de los de arriba, también se lanzó hacia el área de Coutois para generar la jugada polémica de la tarde. Adrián Colunga pudo caer dentro del área y el árbitro, Delgado Ferreiro, interpretó que fue fuera ante las protestas de los jugadores de Luis García.

No pitó ese penalti que tanto deseaban por el Coliseum, pero poco después sí expulsó por doble amonestación a Gabi Fernández. Entonces, Luis García con un futbolista más, sacó al campo a otro delantero, Paco Alcácer, para intentar llevarse el partido.

Sin embargo, las ocasiones brillaron por su ausencia y el Getafe, que llegó a jugar contra nueve por la expulsión de Godín en el minuto 90, no pudo doblegar al Atlético, que se queda a tres puntos del segundo, el Real Madrid, tras ofrecer una pobre imagen.