Río de Janeiro, Brasil (AFP) – La policía federal brasileña (PF) arrestó este jueves al presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Nuzman, investigado por su presunta participación en una red internacional que compró votos para que Río fuera la sede de los Juegos en 2016.

La detención de Nuzman es el más reciente escándalo de una larga saga de corrupción en la mayor economía latinoamericana, que frecuentemente tiene ramificaciones en el extranjero, y que salpica a casi todos los niveles de la administración pública.
Nuzman fue detenido a primera hora de la mañana en su vivienda en Leblon, un barrio acomodado al sur de Río de Janeiro, y poco después fue trasladado a la superintendencia de la policía, según constató un fotógrafo de la AFP.

El arresto es de carácter temporal y fue ordenado por un juzgado federal en una operación que desplegó 20 agentes y en la que también fue detenido el director general de operaciones del Comité Rio-2016, Leonardo Gryner.

“Los presos serán incriminados por los delitos de corrupción, lavado de dinero y organización delictiva”, informó la policía en un comunicado.

El escándalo de Río ensombreció un evento del Comité Olímpico Internacional (COI) realizado el mes pasado en Lima, tras las designaciones de París-2024 y Los Ángeles-2028.

En esa ocasión, el presidente del COI, Thomas Bach, fue cuestionado acerca del papel de Nuzman, miembro honorario de esa entidad. Bach dijo que el COI intentaría ayudar a dilucidar los hechos, pero aclaró que “ninguna organización deportiva puede allanar ni buscar cuentas”.

Tras el arresto este jueves de Nuzman, el flamante jefe de la Comisión de Ética del COI, Ban Ki-moon, pidió “toda la información” a las autoridades brasileñas para continuar con la investigación sobre el caso dentro del COI y les ofreció su cooperación.

“Dados los nuevos hechos, la Comisión de Ética puede considerar medidas provisionales mientras respeta el derecho de Nuzman de ser escuchado”, dijo un vocero del COI en un comunicado.

“Unfair play”

La operación de este jueves en Río fue bautizada “Unfair Play – Segundo Tiempo” y es una derivación de otra realizada en septiembre en la que Nuzman fue interrogado por las autoridades por sospechas de que fue el “punto central de conexión” de la presunta trama para favorecer a Río, finalmente sede de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica de la historia.

Durante ese procedimiento también fueron requisadas la sede del COB y varias empresas.

En París, la oficina anticorrupción francesa, que investiga desde 2015 sospechas de corrupción en la elección olímpica de Rio-2016 y de Tokio-2020, había revisado por su parte el domicilio de un intermediario brasileño.

Las autoridades brasileñas estiman que el exgobernador de Rio Sergio Cabral (2007-2014) -que cumple una larga condena por corrupción pasiva y blanqueo de dinero- era el cerebro de ese esquema, que supuestamente pagó 2 millones de dólares en sobornos al senegalés Papa Massata Diack, hijo del antiguo presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.

El empresario Arthur Soares, conocido como “Rey Arturo”, uno de los principales contratistas del gobierno de Cabral, habría sido el encargado de efectuar ese pago apenas tres días antes del voto del Comité Olímpico Internacional (COI) en Copenhague en octubre de 2009, cuando Rio se impuso a Chicago, Madrid y Tokio.