Argentina sufrió de más pero al final sacó la victoria por 2-1 sobre su similar de Bosnia en el arranque de actividad del Grupo F en el Mundial de Brasil 2014.

Un tempranero autogol generado por un tiro libre de Lionel Messi le dio la ventaja a la Albiceleste sobre Bosnia en el primer tiempo.

Pero lejos de tranquilizarse con ese regalo de Sead Kolasinac, Argentina se mostró titubeante para asestar un nuevo mazazo y hasta pasó por momentos de zozobra ante un rival que controló el mediocampo y maniató a Messi con una marca zonal.

En la primera llegada del partido, Messi cobró un tiro libre que Marcos Rojo cabeceó desviado, la pelota rebotó en Kolasinac y se tradujo en el primero de Argentina apenas a los dos minutos, ante un estadio Maracaná repleto con unas 75 mil personas, la mayoría con los colores albicelestes del equipo sudamericano.

Con Javier Mascherano como único volante de contención y marca, los argentinos fueron superados en ese sector y arriba la pelota casi no llegaba a Messi y Sergio Agüero, los dos atacantes de punta que desplegó el técnico Alejandro Sabella, quien prefirió salir con un dúo y no con un trío ofensivo como es su costumbre, además de colocar una inusual línea de cinco defensores.

Sergio Romero salvó el empate al jugarse la vida con el cuerpo tras un remate de Izet Hajrovic y después el lateral Rojo fue amonestado por falta contra Kolasinac, en dos muestras claras de la desorientación de los argentinos.

Poco después, los argentinos, quizás contagiados por la falta de llegada de gol del equipo, se llamaron a silencio, aunque luego recuperaron energías cuando un disparo de Mascherano fue tapado y con rebote por Asmir Begovic.

Romero atajó un cabezazo de Senad Lulic en los últimos instantes del primer tiempo.

Que Gonzalo Higuaín y Fernando Gago entrasen en el campo tras el descanso, no fue más que la consecuencia del lógico cambio de planes de Sabella.

Messi buscó el balón más alejado del área y, al final, encontró la jugada que quería. Esa carrera con el balón pegado, al pie, esa pared con Higuaín, para recorrer el borde del área hasta encontrar el hueco por el que ajustar la pelota junto al poste, imposible para cualquier arquero.

La respuesta de Bosnia fue meritoria, porque lejos de bajar los brazos frente a la euforia albiceleste buscó el gol y lo encontró por medio de Vedad Ibisevic (m.85).

Lo intentó, pero no tuvo más recursos y salió satisfecha por plantar cara. Como la afición argentina, que pese al juego del equipo, sabe que Messi vuelve a ser protagonista. Que ha anunciado su regreso.