El presidente Donald Trump despidió abruptamente al director del FBI, James Comey, porque, dijo, es necesario para restaurar “la confianza del público” en la agencia policial más importante de Estados Unidos tras varios meses de agitación.

“El FBI es una de las instituciones más respetadas y queridas de nuestra nación, y el día de hoy marcará un nuevo comienzo para la joya de la corona de las agencias policiales”, afirmó el mandatario en un comunicado.

El despido de Comey se dio días después de que éste testificó en el Capitolio sobre la investigación del FBI a la intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales del año pasado y a las posibles conexiones entre Moscú y la campaña de Trump.

La presidencia hizo el sorpresivo anuncio poco después que el FBI corrigió una frase en el testimonio que Comey dio bajo juramento en el Capitolio la semana pasada. Cabe destacar que la Casa Blanca señaló que la búsqueda de un nuevo director comenzaría de inmediato.

En 2013, el presidente Barack Obama nominó a Comey para que dirigiera el FBI durante 10 años. Elogiado por su independencia e integridad, el funcionario lleva tres décadas laborando en agencias policiales y no se ha visto libre de controversias.