La corrupción se hizo presente en el Estadio Olímpico Universitario. Pese a que se instaló un fuerte protocolo de seguridad, la reventar hizo de las suyas con el consentimiento de las autoridades.

Previo al arranque del partido entre Pumas y Tigres, los cercos policiales impidieron que se encontraran las porras de ambos equipos, por lo que los elementos de seguridad de dedicaron a ‘combatir’ la reventa.

Sin embargo, cerca de las 20:00 horas, unos elementos detuvieron a una mujer por lo que la remitieron al Ministerio Público móvil que de encuentra en el Estadio, aunque fue puesta en libertad unos minutos después, por lo que volvió a ofrecer entradas.

“Hacen como que trabajan. Les damos una lana y nos sueltan”, dijo la revendedora que no quiso revelar su nombre.

La mujer insinuó que un partido como el de este jueves es sumamente rentable para los revendedores, ya que pueden subirle mucho el precio a las entradas, mismas que adquirieron en taquilla o inclusive vendidas por algunas personas que pertenecen al STUNAM.