En el vuelo que llevó al Barcelona a Finlandia, para disputar un duelo ante el HJK Helsinki, Gerard Piqué tuvo una ‘ocurrencia’ que no cayó muy bien al personal de vuelo ni al resto de los pasajeros: el central catalán lanzó una bomba fétida.

Piqué aprovechó que ingresó por la parte trasera del avión y dejó caer el artefacto que rápidamente surtió efecto; las aeromozas tuvieron que pedir perdón al resto de los pasajeros y tuvieron que eliminar el mal olor con desodorantes de ambiente.

Posteriormente, tras el partido en que el Barcelona goleó por seis goles a cero al Helsinki, Piqué repitió la misma broma cuando lanzó otra bomba fétida en la zona mixta del estadio cuando Jordi Masip hablaba frente a los medios de comunicación.