Un jugador de la Quinta División argentina colgó lo botines y se colocó la capa de héroe. Alejandro ‘Lulo’ Benítez, del Central Larroque dijo adiós al profesionalismo por donar una parte de su hígado a su sobrino, quien padecía de un grave problema de obstrucción biliar.

“Era una flor que se marchitaba y volvió a vivir”, declaró Lulo al diario Olé, quien a sus 30 años declaró que es improbable su regreso a las canchas profesionales, pero que como aficionado estará en las tribunas alentando a su equipo, en la provincia de Entre Ríos.

Meses después del nacimiento del bebé se le diagnosticó la terrible enfermedad, el padre no era compatible y la mamá había sido operada del corazón anteriormente, por lo que Lulo fue la única opción para el trasplante.

Ahora, Benítez se recupera de la delicada operación y, aunque no regresará a las canchas, está con una gran sonrisa, ya que se convertirá en padre por primera vez.